Por Manuel Antonio Mora García. Meteorólogo del Estado. Delegación Territorial de AEMET en Castilla y León

Histoire de la Bible et de l’Assomption de Notre-Dame.France, Paris, between 1390 and 1400
MS M.526. Fol. 001r. The Morgan Library
En el Antiguo Testamento aparecen numerosas referencias a la langosta del desierto. Se trata de un insecto, de forma genérica un saltamontes en su estado individual, que se reproduce fácilmente en zonas semiáridas si se dan las condiciones óptimas de temperatura y humedad. El extraordinario número de individuos de los enjambres, su voracidad y su facilidad de desplazamiento cuando adquieren un comportamiento gregario, constituye una de las mayores amenazas para las cosechas en las regiones afectadas.
Como hemos visto en el capítulo anterior, Jehová infringe varios castigos al pueblo egipcio, en forma de diez plagas, entre ellas la de la langosta, que sucede a una intensa granizada.
El viento suele actuar como mecanismo propagador de la plaga, tal y como se expresa a continuación:
Éxodo, 10
3 Entonces fueron Moisés y Aarón a Faraón y le dijeron: Jehová,
el Dios de los hebreos, ha dicho así: ¿Hasta cuándo no querrás
humillarte delante de mí? Deja ir a mi pueblo para que me sirva.
4 Y si aún rehúsas dejarlo ir, he aquí que mañana yo traeré langosta
sobre tu territorio,
5 la cual cubrirá la faz de la tierra, de modo que no pueda verse
la tierra; y ella comerá lo que se salvó, lo que os haya quedado del granizo;
comerá asimismo todo árbol que os produce fruto en el campo.
12 Entonces Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre la
tierra de Egipto para traer la langosta, a fin de que suba sobre el
país de Egipto y consuma todo lo que el granizo dejó.
13 Y extendió Moisés su vara sobre la tierra de Egipto, y Jehová
envió un viento oriental sobre el país todo aquel día y toda aquella
noche; y a la mañana el viento oriental trajo la langosta.
14 Y subió la langosta sobre toda la tierra de Egipto y se asentó en
todo el territorio de Egipto, en gran cantidad. Nunca antes de
ella hubo semejante plaga de langosta, ni después de ella habrá otra igual.

Dios enviando la langosta a Egipto
Ninth German Bible (Cologne Bible) (Anton Koberger: Nurenburg: 1483)
Germany, published 1483
19 Entonces Jehová envió un viento occidental fortísimo y quitó la langosta y la arrojó al mar Rojo; ni una langosta quedó en todo el territorio de Egipto.
La langosta no sólo tiene efectos perniciosos, también es un alimento muy nutritivo, complemento fundamental en la alimentación de algunos pueblos. Además, es uno de los alimentos permitidos en la alimentación de los judíos ortodoxos como vimos en un capítulo anterior (alimentos kósher):
Levítico, 11
22 estos comeréis de ellos: la langosta según su especie, y el
langostín según su especie, y el grillo según su especie,
y el saltamonte según su especie.
Entre los insectos que afectan a las cosechas se encuentran la oruga y el pulgón. La langosta presenta distintas fases de desarrollo, entre ellas la de saltón (sin alas funcionales) o previa al estado adulto completamente desarrollado, aunque en estos versículos el saltón podría identificarse con el saltamontes ordinario.
Joel, 1
4 Lo que dejó la oruga lo comió la langosta,
y lo que dejó la langosta lo comió el pulgón;
y el saltón comió lo que el pulgón había
dejado.
Joel, 2
25 Y os restituiré los años que comió la oruga, la langosta, el pulgón
y el saltón, mi gran ejército que envié contra vosotros.
La plaga de la langosta, junto con otras enfermedades por hongos que atacan a los cultivos como el tizoncillo o el anublo, eran una constante preocupación para los pueblos de los tiempos bíblicos, eminentemente agrícolas y ganaderos y por tanto altamente dependientes de las cosecha y pastos.
Deuteronomio, 28
38 Sacarás mucha semilla al campo y recogerás poco, porque
la langosta lo consumirá.
42 Toda tu arboleda y el fruto de
tu tierra los consumirá la langosta
Reyes,8
37 Si en la tierra hay hambre, o pestilencia, o tizoncillo, o añublo,
o langosta o saltamontes; y si sus enemigos los sitian en la tierra de
sus ciudades, cualquier plaga o enfermedad que haya,
Crónicas, 6
28 Y si hay hambre en la tierra, o si hay pestilencia,
si hay tizoncillo o a añublo, langosta o saltamontes;
o si los sitian sus enemigos en la tierra de sus ciudades;
cualquier plaga o enfermedad que sea;
Crónicas, 7
13 Si yo cierro los cielos para que no haya lluvia, y si mando
la langosta que consuma la tierra, o si envío pestilencia entre
mi pueblo;
Job, 39
20 ¿Lo harías tú brincar como a una langosta?
El resoplido de su nariz es formidable.
Salmos, 78
46 Dio también al saltamontes
sus cosechas, y sus labores a la langosta.
Salmos, 109
23 Me voy como la sombra cuando se alarga;
soy sacudido como langosta.
Eclesiastés, 12
5 cuando también teman a las alturas y a los terrores en el camino;
y florezca el almendro, y la langosta sea una carga, y se pierda
el apetito; porque el hombre va a su morada eterna, y los que hacen
duelo ronden por las calles;
Amós, 4
9 Os herí con tizoncillo y añublo; la langosta devoró vuestros
muchos huertos, y vuestras viñas, y vuestros higuerales y vuestros
olivares, pero nunca os volvisteis a mí, dice Jehová.
Nahúm,2
15 Allí te consumirá el fuego; te talará la espada.
Te devorará como el pulgón. ¡Multiplícate
como el pulgón! ¡Multiplícate como la langosta!
En el Nuevo Testamento aparecen menos referencias, pero son muy interesantes. Se especula que San Juan Bautista en el desierto se alimentaba de los brotes del algarrobo o de un tipo de hierbas llamadas langosta, en vez del insecto, aunque éste es un alimento imprescindible en estas zonas por su alto contenido proteínico.
Mateo, 3
4 Y Juan estaba vestido de pelo de camello y tenía un cinto de
cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel
silvestre.
Marcos, 1
6 Y Juan andaba vestido de pelo de camello y con un cinto de cuero
alrededor de sus lomos; y comía langostas y miel silvestre.
En el relato del Apocalipsis, acompañando a la 5ª trompeta, se describen unas fantásticas langostas con colas de escorpión y otras con aspecto de caballos.
Apocalípsis, 9
3 Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra.
7 Y el aspecto de las langostas era semejante a caballos dispuestos para la guerra; y sobre sus cabezas tenían como coronas de oro, y sus caras eran como caras de hombres.

Manuscrito Walters W 106. William de Brailes (1230)
En esta curiosa ilustración del siglo XIII también se representan unas originales y quiméricas langostas (con aspecto más bien de peces) devorando un árbol. Moisés aparece con grandes cuernos, tal y como se recoge en La Vulgata o traducción del texto hebreo de la Biblia al latín, de forma que pudiera ser más comprensible para el vulgo o pueblo llano. El papa Dámaso I encargó en el siglo IV a Jerónimo de Estridón la traducción, pero cometió un error al traducir el texto hebreo, confundiendo la palabra “karan”, cuya traducción es “radiante”, por “keren”, cuya traducción es “cuernos”. De esa forma Moisés pasó en la iconografía de tener un rostro “radiante” a un rostro “cornudo”.
Aristóteles (384-322 a.C.) en su “Historia de los animales” (libro V, capítulo 28), ya describe al saltamontes (langosta), así como Plinio (23-79 d.C) en su “Historia Natural” ( libro XI ,capítulo 29), explicando perfectamente su ciclo reproductivo o las distintas especies, incluyendo las migratorias. También ofrecen curiosos detalles, como el beneficioso papel depredador del cuervo, además de otros que pertenecen al ámbito de la superstición. En la obra traducida en 1624 por Gerónimo de la Huerta, éste amplía contenidos, incluyendo también algunas utilidades prácticas, como aplicaciones terapéuticas para tratar algunas enfermedades y las picaduras de alacrán, incluso menciona su utilidad para distinguir entre un buen vino (si flota una langosta muerta) o aguado (si se hunde). También advierte de la pestilencia que pueden provocar al morir en grandes cantidades en superficies acuosas, contaminando el agua y el aire, siendo además presagio de guerras.
En “La Iliada” de Homero también se hace referencia a la langosta:
“Como las langostas, acosadas por la violencia de un fuego que estalla de repente, vuelan hacia el río y se echan medrosas en el agua; de la misma manera, la corriente sonora del Janto de profundos vórtices, se llenó, por la persecución de Aquiles, de hombres y caballos que en el mismo caían confundidos”.
La langosta del desierto (Schistocerca gregaria), de carácter migratorio (puede desplazarse hasta 150 km en un día en condiciones favorables de viento), afecta fundamentalmente a regiones de África, Oriente Medio y Oeste de Asia. Teniendo en cuenta que una langosta ingiere en un día su propio peso en alimento (unos dos gramos), podemos imaginar el poder devastador de las plagas de langosta formadas por decenas o centenas de millones de ejemplares sobre los cultivos, que conlleva la posterior hambruna en las poblaciones indígenas más vulnerables.
A lo largo del siglo XX las plagas de langosta han desaparecido prácticamente en los países desarrollados, gracias a las campañas de vigilancia y control y los medios fitosanitarios empleados para combatirlas. Sin embargo, en los países poco desarrollados, las plagas de langosta siguen constituyendo una gran amenaza para las cosechas y por tanto contribuyen a agravar las crisis alimentarias.
La langosta requiere unas condiciones meteorológicas y un terreno adecuados para su desarrollo y posterior expansión. Por ello la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) trabajan conjuntamente para la vigilancia y predicción de las plagas de langosta. El
“Servicio de Información para la Langosta del desierto-DLIS” (Desert Locust Information Service) comenzó a ser operativo en 1978, con una sólida base gracias a la colaboración internacional precedente, que permitió el análisis, seguimiento e investigación sobre la langosta durante los años previos. La revolución tecnológica ha permitido incorporar medios avanzados para optimizar la lucha contra la langosta, incorporando el uso de vehículos todoterreno, avionetas y drones, correo electrónico y aplicaciones móviles, tabletas y ordenadores portátiles, GIS, información satelital de zonas de precipitación, etc. Las predicciones meteorológicas juegan un papel destacado, tanto a corto o medio plazo como en alcances temporales mayores (predicción mensual y estacional). De esta forma en la actualidad se realiza un seguimiento pormenorizado diario y se elaboran boletines de predicción, de periodicidad mensual pero con actualizaciones en caso de alertas. (Fuente FAO-http://www.fao.org/3/a-i4353e.pdf)
Durante 2019 el océano Índico se vio afectado por 8 ciclones tropicales (3 de ellos se observan en la imagen satelital del 5 de diciembre), una cifra récord atribuida al calentamiento del océano y a la fase positiva del Dipolo del Océano Índico-IOD (Indian Ocean Dipole), que también adquirió valores máximos no registrados con anterioridad.
El patrón de precipitaciones en el este de Africa (Cuerno de África), en condiciones normales es bimodal (ver climograma de Nairobi), con un máximo en abril-mayo y otro máximo secundario en octubre-noviembre aproximadamente, relacionados con la posición de la Zona de Convergencia Intertropical (ITCZ-Intertropical Convergence Zone).
El seguimiento de la ZCIT en África oriental se realiza a través del ITF (Africa Intertropical Front). En el siguiente gráfico vemos la posición media climatológica (latitud) y la correspondiente a abril de 2020.

Precipitación acumulada en mm estimada por satélite (octubre-noviembre-diciembre-2019) y anomalía de precipitación (mm) respecto a la climatología. Fuente Climate Prediction Center. NWS.NOAA.https://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/international/africa/africa.shtml
Las precipitaciones recogidas en la temporada de lluvias de octubre a diciembre en el este de África fueron inusualmente elevadas, en algunas zonas las mayores registradas en 40 años. Además de los daños intrínsecos de las riadas provocadas por las intensas lluvias, que originaron masivos desplazamientos de población (más de 3 millones de personas), los suelos húmedos y el posterior desarrollo de la vegetación favoreció la procreación de la langosta que afectó en forma de plaga a la región en los meses siguientes. No hay que olvidar que estos países también se han visto afectados por grandes sequías, como la de 2016/2017 o 2018/2019, lo que contribuye a incrementar la inseguridad alimentaria. Fuente: https://reliefweb.int/sites/reliefweb.int/files/resources/East_Africa_Special_Report_January_2020_Final.pdf
FUENTE FAO:
https://drive.google.com/file/d/13H16Y2oMw7cfJsw-k5ujM8XavRriFliW/view
FIN LA METEOROLOGÍA EN LA BIBLIA
En los capítulos anteriores hemos analizado buena parte de las numerosas referencias meteorológicas que aparecen en las Sagradas Escrituras, en el contexto del probable clima y del conocimiento científico de la época, cuyo máximo exponente era la obra “Los Meteorológicos” de Aristóteles. También hemos analizado algunas referencias meteorológicas que aparecen en los textos de Homero, “La Iliada” y “La Odisea”, origen de la literatura occidental y fuente de inspiración de numerosas obras literarias, y que podrían reflejar de forma indirecta el clima pasado en el área mediterránea. Los episodios bíblicos más reseñables se han ilustrado con algunas obras de arte, que presentan una iconografía variada y que nos han servido para poder imaginar algunos de estos pasajes bíblicos.
CapítuloI, CapítuloII, CapítuloIII, CapítuloIV, CapítuloV, CapítuloVI, CapítuloVII, CapítuloVIII, Capítulo IX
Pingback: LA METEOROLOGÍA EN LA BIBLIA. X – audazytaktiko