Las granizadas de 1952. Capítulo IV

Por Manuel Antonio Mora García, Delegación Territorial AEMET en Castilla y León

En los capítulos anteriores hemos analizado aspectos teóricos del granizo y de la lucha antigranizo. En los próximos capítulos analizaremos las condiciones meteorológicas que dieron lugar a las singulares granizadas del verano de 1952, en especial en Pedrajas de San Esteban (Valladolid)

La tormentas de granizo de Pedrajas de San Esteban (Valladolid)

Los meses de junio y julio de 1952 tuvieron un notable carácter tormentoso en la Península, resultando 47 personas fulminadas. Diversas regiones españolas se vieron afectadas por tormentas y lluvias torrenciales, como leemos en el resumen del mes de junio que aparece en el calendario meteorofenológico de 1953, cuyo texto reproducimos íntegramente ya que la información es muy completa y descriptiva, y además hace referencia explícita a la granizada en Pedrajas de San Esteban, confiriendo cierta oficialidad al suceso, que tuvo una gran repercusión mediática y es el objeto de este capítulo.

Calendario meteorofenológico 1953. Servicio Meteorológico Nacional. Fuente Archivo documental ARCIMIS. AEMET

Pedrajas de San Esteban se ubica en la comarca de Tierra de Pinares, en el sureste de la provincia de Valladolid, en una penillanura a unos 750 m de altitud en la que sobresalen algunos amplios tesos de poca elevación, y en las proximidades del río Eresma. Las tierras de labor se ubican  principalmente al norte del núcleo urbano, mientras que al sur y más al oeste se extienden los pinares, cuya explotación ha permitido el desarrollo de la industria del piñón. Según el censo de 1950, contaba con una población de hecho de 2311 habitantes (INE).

Fuente: Iberpix. Instituto Geográfico Nacional
Vista de Pedrajas de San Esteban desde el monte. De Oscarolmosh – Trabajo propio, CC BY-SA 4.0

El historiador Carlos Arranz Santos, en su publicación “El pedrisco de 1952 en Pedrajas de San Esteban”, realiza una completa investigación sobre este episodio, recopilando la información aparecida en prensa y los testimonios de numerosos testigos. Entre ellos destaca el poema de Teófila González Jorge, natural de esta localidad y que compuso el poema “Un fenómeno atmosférico”, en el que describe con gran detalle este extraordinario suceso con espléndidos versos de equilibrada composición.

https://www.pedrajas.net/pedrajas/pedrisco/pedriscopoema.htm

Las primeras tormentas en Pedrajas de San Esteban se produjeron los días 29 y 30 de junio. Unos días antes, el 14 de junio, una fuerte tormenta había afectado a una zona muy próxima, en la provincia de Segovia, con pedrisco del tamaño de huevos de gallina e intensos vientos convectivos, quizás un tornado, como se describe en esta crónica.

Diario de Ibiza. 14 junio 1952. Arxiu Històric d’Eivissa i Formentera (AHEiF)

Gracias al proyecto ““The Twentieth Century Reanalysis Project “ desarrollado por el  Physical Sciences Laboratory (PSL) de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), podemos conocer los reanálisis de distintos campos meteorológicos desde 1836 . Los boletines diarios del Servicio Meteorológico Nacional y los datos de la red de colaboradores meteorológicos nos permiten analizar la situación meteorológica de este singular verano de 1952.

A continuación mostramos la evolución diaria de la situación sinóptica de forma cronológica.

28 de junio

En los días inmediatamente previos a la granizada singular en Pedrajas de San Esteban, existía una notable inestabilidad de origen térmico, con temperaturas relativamente altas en niveles bajos y relativamente frías en niveles medios, así como forzamiento dinámico con la presencia de una onda en niveles medios y altos, circunstancias que dieron lugar a tormentas bastante generalizadas en Castilla y León durante el día 28 de junio, algunas de granizo ( el valor máximo de precipitación recogida en la red de observación meteorológica en el día pluviométrico –de 7 UTC a 7 UTC del día siguiente- fue 76,4 mm en el pantano de Barrios de Luna, en la provincia de León).

En los reanálisis del día 28 de junio de 1952 a la 12 UTC podemos apreciar una pequeña onda en niveles medios y altos,  así como temperaturas frías en niveles medios sobre la península y una dorsal térmica en niveles bajos, factores que favorecen la inestabilidad y el desarrollo de tormentas.

Precipitación en décimas de mm correspondiente al día pluviométrico del 28 de junio de 1952 (interpolación a partir de los datos existentes)
El boletín del Servicio Meteorológico Nacional del 28 de junio, elaborado el mismo día,  hacía  referencia a las “tormentas aisladas en el Duero” y  entre los datos destacan 15 mm de lluvia recogidos en Valladolid y 9 mm en Villanubla durante el día.

El boletín también nos ofrece los datos del sondeo de Madrid (Barajas), que confirman la inestabilidad térmica, con temperaturas cálidas en niveles bajos (22 C en 850 hPa) y frías en niveles medios ( -10 C en 500 hPa).

Boletín meteorológico correspondiente al 28 de junio de 1952. SMN. Fuente: Arcimis-AEMET

En el análisis de superficie se apecia una situación prácticamente de pantano barométrico, con altas presiones sobre la Península, aunque se intuye la influencia de la baja sahariana.

Análisis de superficie del 28 de junio a las 18 UTC. Boletín SMN. Fuente: Arcimis-AEMET

29 de junio

El día 29 de junio siguieron registrándose numerosas tormentas en la comunidad de Castilla y León, algunas de granizo. En cuanto a precipitaciones, en el día pluviométrico se registraron 56.2 mm en Tordesillas (Valladolid) como valor máximo.

Precipitación en décimas de mm correspondiente al día pluviométrico del 29 de junio de 1952 (interpolación a partir de los datos existentes)

En Pedrajas de San Esteban, se produjo una tormenta acompañada de granizo abundante a las 1830 horas, que destruyó buena parte de la cosecha. Según la crónica del diario “El Adelantado de Segovia” que recoge el testimonio de un testigo, la granizada duró 40 minutos, acumulándose un espesor de 20 cm y con tamaño entre avellanas y nueces, dañando completamente los viñedos y el 60 % de la extensión de cereal.

El boletín meteorológico del día 29 nos muestra las temperaturas elevadas en la meseta castellana, con máximas que oscilaron entre 28 y 32 C, así como algunos registros de precipitación (9 mm en Palencia y 2 en Salamanca durante la noche del 28). Destacamos  la escueta pero a la vez acertada predicción: “Sin variaciones notables, acentuándose la actividad tormentosa.” En el análisis de superficie de las 18 UTC se aprecia una baja relativa en el Golfo de Cádiz.

Boletín meteorológico correspondiente al 29 de junio de 1952. SMN. Fuente Arcimis-AEMET
Análisis de superficie del 29 de junio a las 18 UTC. Boletín SMN. Fuente Arcimis-AEMET

Los reanálisis de NOAA muestran una baja relativa en niveles medios al oeste del Golfo de San Vicente con reflejo en superficie, persistiendo la inestabilidad térmica sobre la Península, con temperaturas frías en niveles medios y cálidas en niveles bajos.

 30 de junio

El día 30 de junio continuaron las tormentas, notificándose granizo en algunas estaciones de colaboradores. Las precipitaciones, puntualmente fueron muy intensas (46,3 mm en 24 horas en Cevico-Navero (Palencia))

Precipitación en décimas de mm correspondiente al día pluviométrico del 30 de junio de 1952 (interpolación a partir de los datos existentes)

Persiste la inestabilidad térmica y se incrementa el forzamiento dinámico, reforzándose la  baja en niveles medios y altos al oeste de la Península. El boletín recoge los datos de precipitación en los observatorios principales, destacando el dato de Villanubla (Valladolid), con 43 mm en la noche previa. Sin embargo, el boletín menciona que la actividad tormentosa se redujo en la región (algo que no parece muy evidente, consultando los datos a posteriori).

Boletín meteorológico correspondiente al 30 de junio de 1952. SMN. Fuente Arcimis-AEMET

1 de julio

Según la crónica de “El Adelantado de Segovia”, el 1 de julio se produjo la segunda tormenta de granizo sobre Pedrajas de San Esteban, comenzando a las 1630. El granizo, con piedras que llegaron a alcanzar el tamaño de huevos de gallina y un peso de 400 g. destrozó los  tejados de prácticamente todas las viviendas de la localidad (aproximadamente 3 millones de tejas según la prensa), y terminó de destruir las cosechas. Durante la madrugada del día 2 volvieron las tormentas, con abundante lluvia (en este caso sin granizo) que incidía sobre las casas desprotegidas. A oscuras por la falta de suministro eléctrico y ante la posibilidad de derrumbamientos de los techos, se produjo el pánico entre la población que abandonó sus casas. A las tres de la mañana el párroco abrió las puertas de la iglesia para dar cobijo a la población, que también encontró refugio en una vivienda de nueva construcción que no había resultado dañada.  Según la crónica del “Diario Regional de Valladolid”, en la cercana población de Olmedo se recogieron piedras del tamaño de huevos de gallina e incluso mayores a consecuencia de la tormenta. La cosecha resultó destrozada, se produjeron daños en los tejados y cristales de las viviendas y dos labradores resultaron heridos. En “El Norte de Castilla” se amplía la noticia, refiriendo seis heridos leves en Pedrajas así como numerosas aves muertas, entre ellas cigüeñas.

Además de Olmedo y Pedrajas de San Esteban, otras localidades en la provincia de Valladolid se vieron afectadas, como San Miguel del Arroyo, Santiago del Arroyo, Montemayor, Traspinedo, Pesquera de Duero y Quintanilla de Arriba, según la crónica de “El Norte de Castilla” que recoge el historiador Carlos Arranz. También se mencionan daños en Arenas de San Pedro (Ávila).

Los reanálisis NOAA muestran una vaguada al oeste de Portugal, que contribuye a un notable  forzamiento dinámico sobre la región en la que se mantiene el ambiente de inestabilidad térmica de los días previos.

Las tormentas afectaron a la zona centro, y a partir de los registros y la información de prensa, se podría interpretar que estaban organizadas formando una línea de turbonada.  En los mapas  donde se muestran los observatorios con registros de granizo y las precipitaciones se aprecia  una estructura lineal muy definida, que podría representar la trayectoria de la línea de turbonada. En el análisis de las 06 UTC se representa un sistema frontal sobre la Península, con el frente ocluido sobre la región.

Precipitación en décimas de mm correspondiente al día pluviométrico del 1 de julio de 1952 (interpolación a partir de los datos existentes)

La prensa hizo referencia al paso de esta posible línea de turbonada por la provincia de Burgos, destacando las fuertes rachas que derribaron la carpa de un circo en la capital, resultando varias personas heridas y cundiendo el pánico entre los asistentes al pensar que las fieras habían escapado.

Diario de Burgos 2 julio 1952. Biblioteca Virtual de Prensa Histórica
Análisis superficie 06 UTC del 1 de julio de 1952. Boletín SMN. Fuente:Arcimis-AEMET

Curiosamente los datos del sondeo de Barajas (Madrid) probablemente sean erróneos en cuanto a la temperatura en niveles medios (-2 C en 500 hPa y -1 a 5860 mgp),  temperaturas bastante más cálidas que los reanálisis NOAA (-9 C en 500 hPa). Sin embargo en 850 hPa los datos observados de temperatura (23 C) y los del reanálisis son muy parecidos (297 K). En los datos del sondeo con globo piloto de Zaragoza vemos la notable cizalladura del viento en niveles bajos, con viento del este (10 kt) en superficie y del sur (31 kt) a 5400 metros, condiciones favorables para la organización de la convección y formación de posibles líneas de turbonada.

2 de julio

El día 2 de julio continuaron las tormentas en Castilla y león, algunas de granizo.

Precipitación en décimas de mm correspondiente al día pluviométrico del 2 de julio de 1952 (interpolación a partir de los datos existentes)

El sondeo de Barajas ofrece datos más acordes con la situación meteorológica de inestabilidad en capas medias (-9 C en 500 hPa), lo que parece confirmar el dato erróneo del día anterior).

Boletín del SMN. Día 2 de julio de 1952. SMN. Fuente:Arcimis-AEMET

3 de julio

Durante el día 3 de julio de 1952 continuó el régimen tormentoso, con precipitaciones abundantes en forma de lluvia, aunque sólo se notificó granizo en Soria capital.

Precipitación en décimas de mm correspondiente al día pluviométrico del 3 de julio de 1952 (interpolación a partir de los datos existentes)

En Pedrajas de San Esteban llovió de forma casi ininterrumpida desde las 15  hasta la 1 de la madrugada del día siguiente. Se produjeron numerosos derrumbamientos de los techos que habían quedado rasos tras la granizada, en el tercer día sin corriente eléctrica.

En los reanálisis NOAA se puede apreciar cómo la vaguada en niveles medios y altos se profundiza y se descuelga hacia latitudes más bajas. El frente frío asociado barre el noroeste peninsular, dejando precipitaciones notables.

Análisis de superficie correspondiente al día 3 de junio de 1952 a las 06 UTC. Boletín del SMN. Fuente Arcimis-AEMET

Días 4 y 5 de julio

La notable bajada de temperatura al paso del frente frío originó según la prensa heladas en capitales de provincia como León, Soria o Segovia y precipitaciones ocasionales de nieve en Ávila. En esta crónica se narra también cómo un agricultor resulta fulminado.

Diario de Burgos. 5 de julio de 1952. Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.

Sin embargo, según los datos del Servicio Meteorológico Nacional, la bajada de temperatura mínima se produjo en la madrugada del día 5, pero sólo hubo heladas en el norte de Palencia y en zonas de montaña.

Temperatura mínima en décimas de grado Celsius del día 5 de junio de 1952 y datos interpolados.

Según el calendario meteorofenológico, el mes de julio fue un mes muy tormentoso, resultando 40 personas fulminadas. En este resumen, también aparece una referencia a la tormenta de Pedrajas de San Esteban.

Calendario meteorofenológico 1953. Servicio Meteorológico Nacional.

En el próximo y último capítulo analizaremos las intensas tormentas y lluvias torrenciales del mes de agosto de 1952.

Las granizadas de 1952. Capítulo I

Las granizadas de 1952. Capítulo II

Las granizadas de1952. Capítulo III

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