Los fenómenos meteorológicos que puedan afectar a la seguridad de las personas y a los bienes materiales se denominan fenómenos meteorológicos adversos. Se considera fenómeno meteorológico adverso a todo evento atmosférico, capaz de producir, directa o indirectamente, daños a las personas o daños materiales de consideración. En sentido menos restringido, también puede considerarse como tal cualquier fenómeno, susceptible de alterar la actividad humana de forma significativa en un ámbito espacial determinado.
La evolución de las técnicas meteorológicas permite generar información sobre la ocurrencia de este tipo de fenómenos con una resolución espacial y temporal mucho mayor que la de hace unos años y también cuantificar con mayor precisión y fiabilidad la intensidad de los fenómenos en cuestión, si bien para algunos fenómenos, todavía se está lejos de disponer de unas predicciones plenamente satisfactorias como son los fenómenos excepcionales y localizados en un punto muy localizado.
Cada año los impactos producidos por los fenómenos meteorológicos adversos dan lugar a múltiples víctimas y daños significativos a las propiedades e infraestructuras, con graves consecuencias para las comunidades que pueden persistir por muchos años. Todo esto sucede a pesar del hecho de que muchos de estos fenómenos meteorológicos adversos se han pronosticado correctamente y con emisión de avisos precisos y difundidos oportunamente por el Servicio Meteorológico e Hidrológico Nacional (SMHN) responsable.
Las razones de esta aparente desconexión se encuentran en la brecha entre los pronósticos y avisos de fenómenos meteorológicos adversos y la comprensión de sus posibles impactos, tanto por parte de los propios SMHN como de las autoridades responsables de la protección civil / gestión de emergencias y de la población en general. Es decir, si bien puede ser conocido y transmitido cada vez con más exactitud el escenario meteorológico adverso esperado, a menudo hay una falta de conocimiento y comunicación de los escenarios de impactos producidos por dicho fenómeno meteorológico.
Uno de los principales objetivos de los servicios meteorológicos en la actualidad consiste en superar el estado actual de las predicciones meteorológicas y los avisos de fenómenos meteorológicos adversos para pasar a servicios de predicción y avisos multirriesgos basados en impactos como recomiendan la Estrategia de Prestación de Servicios y su Plan de ejecución (OMM-Nº 1129) y el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030 que se adoptó en la tercera Conferencia Mundial de las Naciones Unidas en marzo de 2015.
Si hablamos de AVISOS meteorológicos tendremos que hablar del Plan Nacional de Predicción y Vigilancia de Fenómenos Meteorológicos Adversos (Meteoalerta), que pretende facilitar la más detallada y actualizada información posible sobre los fenómenos atmosféricos adversos que puedan afectar a España hasta un plazo máximo de 60 horas, así como mantener una información continuada de su evolución una vez que han iniciado su desarrollo.
Se contemplan los siguientes fenómenos: lluvias, nevadas, vientos, tormentas, temperaturas extremas, fenómenos costeros (viento y mar), polvo en suspensión, aludes, galernas cantábricas, rissagas en Baleares, nieblas, deshielos, olas de calor y de frío y tormentas tropicales.
Para establecer los umbrales se ha evaluado tanto la “rareza” del fenómeno, ya que, cuanto mayor sea ésta, menos preparada está la población para enfrentarse a sus efectos, como la adversidad para dicha población.
Pero si hablamos de ALERTAS ya no son objetivas como los avisos meteorológicos. No siempre los avisos y las alertas van de la mano. AEMET puede emitir un aviso naranja por fuertes vientos a más de 1.400 metros de altura y la administración no decretar una alerta por entender que a esa altura no afecta a la población.
Además, cada administración puede decretar sus propias alertas en función de la zona de su competencia. Las alertas se decretan teniendo o no, como referencia, a los avisos y dependiendo de su nivel. Afectan en mayor o menor medida a los ciudadanos.
UMBRALES Y NIVELES DE AVISO
Teniendo en cuenta la adversidad de las situaciones meteorológicas, tanto por su carácter inusual desde el punto de vista climatológico, como por la potencial peligrosidad, especialmente en lugares de especial vulnerabilidad, se adoptan los umbrales relativos a lluvias, vientos, nevadas, temperaturas extremas, tormentas, nieblas, polvo en suspensión y fenómenos costeros que aparecen en las tablas a continuación. Algunos de estos umbrales se han especificado para cada zona de aviso. Tal es el caso de los elegidos para las temperaturas extremas, vientos, precipitaciones y nevadas, los cuales aparecen especificados para cada zona en tablas por Comunidades Autónomas. Otros umbrales tienen un carácter más general y no cambian de unas zonas a otras por lo que se ofrecen en tablas específicas para cada una de estas variables. En este caso están las tormentas, fenómenos costeros, aludes, galernas, risagas, deshielos, nieblas y polvo en suspensión. En caso de que la intensidad de precipitación, prevista u observada llegue al umbral establecido en un periodo inferior a la hora, el predictor queda facultado para hacerlo constar, si procede, en el apartado “Comentarios”.
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UMBRALES Y NIVELES DE AVISO DE LAS VARIABLES: TORMENTAS, FENÓMENOS COSTEROS, ALUDES, GALERNAS, RISAGAS, DESHIELOS, NIEBLAS Y POLVO EN SUSPENSIÓN
1.1. TORMENTAS
NIVEL AMARILLO: Tormentas generalizadas con posibilidad de desarrollo de estructuras organizadas. Lluvias localmente fuertes y/o vientos localmente fuertes y/o granizo inferior a 2 cm. Dado el carácter de estos fenómenos existe la posibilidad de que se puedan producir tormentas de intensidad superior de forma puntual.
NIVEL NARANJA: Tormentas muy organizadas y generalizadas. Es posible que se puedan registrar lluvias localmente muy fuertes y/o vientos localmente muy fuertes y/o granizo superior a 2 cm. También es posible la aparición de tornados.
NIVEL ROJO: Tormentas altamente organizadas. La probabilidad de lluvias localmente torrenciales y/o de vientos localmente muy fuertes y/o granizo superior a 2 cm es muy elevada. Es probable la aparición de tornados.
1.2. FENÓMENOS COSTEROS
Se tendrá en cuenta la evaluación de la situación de mareas vivas para la determinación del nivel de aviso o la introducción de comentarios.
1.3. ALUDES
1.4. GALERNAS
1.5. RISSAGUES (RISAGAS)
1.6. DESHIELO
Los avisos de deshielos se harán en coordinación con las Confederaciones Hidrográficas.
1.7. NIEBLAS
En el caso de las nieblas, sean o no engelantes, cuando su intensidad, extensión y persistencia merezcan ser resaltadas, se utilizará solo el nivel AMARILLO
1.8. POLVO EN SUSPENSIÓN
Cuando se considere oportuno dar aviso se le asignará el nivel AMARILLO (normalmente con visibilidades por debajo de 3000 m).
2. UMBRALES Y NIVELES DE AVISO POR CC.AA. DE LAS VARIABLES: TEMPERATURAS MÁXIMAS (ºC), TEMPERATURAS MÍNIMAS (ºC), RACHA MÁXIMA (km/h), PRECIPITACIÓN EN 12 H (mm), PRECIPITACIÓN EN 1 H (mm) Y ACUMULACIÓN DE NIEVE EN 24 H (cm)
A continuación, se facilitan en tablas por Comunidades Autónomas las variables cuyos umbrales se han especificado para cada zona de aviso.
En cuanto a las nevadas, hay que añadir que como norma general no se dará aviso de nieve por encima de 600 metros en Baleares, de 2000 metros en Canarias y de 1500 metros en las demás Comunidades Autónomas. Para evitar alertas innecesarias, las unidades del Sistema Nacional de Predicción (SNP), con la aprobación del Área de Predicción Operativa (APRO), y el acuerdo con Protección Civil podrán establecer umbrales específicos para la emisión de avisos de nevadas.
3. MAPAS NACIONALES DE LOS UMBRALES Y NIVELES DE AVISO AMARILLO, NARANJA Y ROJO DE LAS VARIABLES: TEMPERATURA MÁXIMA, TEMPERATURA MÍNIMA, VIENTO (RACHA MÁXIMA), PRECIPITACIÓN EN 12 H, PRECIPITACIÓN EN 1 H Y NEVADAS
3.1. UMBRALES DE TEMPERATURA MÁXIMA
3.3. UMBRALES DE PRECIPITACIÓN ACUMULADA EN 12 HORAS (mm)
3.4. UMBRALES DE PRECIPITACIÓN ACUMULADA EN 1 HORA (mm)
3.5. UMBRALES DE RACHA MÁXIMA DE VIENTO (km/h)
3.6. UMBRALES DE NIEVE ACUMULADA EN 24 HORAS
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