Observación meteorológica de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

Por Samuel T. Buisán, Delegación Territorial de AEMET en Aragón (sbuisans@aemet.es) y Elena Villagrasa (Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido).

El presente trabajo, con ocasión del centenario del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, muestra la historia de la observación meteorológica en dicho Parque y su zona de influencia, así como ciertos datos y resultados asociados con su clima y meteorología que son de gran interés.

Estaciones meteorológicas

La Tabla 1 muestra el listado de estaciones de AEMET en el Parque Nacional o en su zona de influencia tomando como referencia 20 km alrededor del Refugio de Góriz. Desde el punto de vista histórico, es reseñable el gran número de puntos de observación en la zona pero, desafortunadamente, la gran mayoría se han dado de baja por diversas circunstancias, entre ellas, la más importante: la dificultad para encontrar un colaborador que pueda hacerse cargo de las observaciones meteorológicas de manera diaria. Actualmente hay 10 puntos de observación operativos entre los que destacan, por estar en el propio Parque Nacional, las estaciones manuales de Ordesa-Pradera y Refugio de Góriz, ambas con garantía de continuidad en el tiempo, pues son gestionadas en colaboración con el Parque Nacional y la Federación Aragonesa de Montañismo, respectivamente. Además, tras un reciente convenio a nivel administrativo, una estación automática en la zona del Parador de Ordesa instalada por el Organismo Autónomo de Parques Nacionales (OAPN)  pasará a formar parte de la red de AEMET. Por otro lado, está proyectada una estación de alta montaña en la zona de El Cebollar.

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Tabla 1 Listado de estaciones de AEMET en la zona de influencia del Parque Nacional. T (Temperatura), P (Precipitación) y A (Automática)

La Figura 1 muestra un ejemplo del formato de las tarjetas con los datos de observación enviadas al centro de referencia.

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Figura 1. Tarjeta de anotación de datos de observación en 1970.

La Figura 2 muestra imágenes históricas de distintos puntos de observación que se encontraban, en la mayoría de los casos, en terrenos cercanos a la vivienda del colaborador. La mayor parte eran pluviómetros aunque en algún caso también había medidas de temperatura en garita meteorológica. Hay que ponerse en la perspectiva de la complejidad de las visitas por parte de AEMET y del transporte de los instrumentos de medida hasta su destino en esa época. La Figura 3 muestra ejemplos manuscritos de observaciones  en tarjetas de anotación de distintos puntos de observación de la zona. En estas tarjetas se anotaban los datos junto con el nombre del colaborador y la fecha. Mensualmente, y teniendo en cuenta las comunicaciones de entonces, se enviaban los datos a su centro de referencia donde eran supervisados, corregidos y finalmente pasaban a formar parte del archivo nacional. Si observamos varias de ellas, apreciamos anotaciones que indican el proceso de revisión de los datos recibidos. En la mayoría de los casos, las dudas e intercambio de información se debían hacer mediante correo postal.

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Figura 2. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: estaciones manuales de Las Cortes (P), Fanlo (P), Pineta presa (TP) y Bujaruelo (P)

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Figura 3. Tarjetas de anotación de precipitación en Torla (marzo de 1955), Buisán (junio de 1970), Buerba (agosto de 1973) y las primeras de temperatura en el Refugio de Góriz (diciembre de 1981).

La Figura 4 muestra estaciones actuales operativas, tanto manuales como automáticas. Las comunicaciones actuales han permitido disponer de muchos de estos datos en tiempo real (o casi) aumentando, de esta manera, enormemente el espectro de aplicaciones de sus datos meteorológicos (resúmenes climáticos cuasi-instantáneos, predicción y vigilancia atmosférica, rapidez en certificados oficiales para instituciones públicas y privadas, redes sociales, etc). Otra mejora ha sido la posibilidad de añadir en la observación nuevas variables meteorológicas que antes no eran posibles de una manera eficiente como el viento, la humedad, la insolación o la presión atmosférica. La posibilidad de un contacto más instantáneo con los colaboradores ha permitido que la comunicación sea más eficiente a la hora de gestionar incidencias o supervisar los datos. Quizás se haya perdido parte de ese romanticismo y emoción de recibir o enviar una carta.

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Figura 4. De izquierda a derecha y de arriba a abajo las estaciones de Refugio de Goriz,  Ordesa-Pradera, Torla-Deposito Automática y Refugio de Pineta.

Resultados de interés. Serie histórica de Góriz

La Tabla 2 muestra los datos extremos registrados en las estaciones a lo largo de su historia y que residen en el archivo nacional de datos climatológicos. Esto no implica la inexistencia de valores más extremos a lo largo de las últimas décadas, sino simplemente que no han sido medidos por falta de un punto de observación.

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Tabla 2. Datos extremos de distintas variables meteorológicas en la zona de estudio.

Respecto a la precipitación máxima cabe destacar que existen máximos de precipitación repartidos a lo largo de varias décadas con valores superiores a 200 mm. Las condiciones meteorológicas favorables para estos episodios suelen estar asociadas a potentes entradas húmedas de componente sur y que, debido al bloqueo orográfico de la cara sur de los Pirineos, son capaces de descargar gran cantidad de precipitación de manera muy eficiente. Cabe destacar los 300 mm en el Refugio de Góriz de 1982 en un episodio que dejó también grandes precipitaciones en puntos cercanos y que provocó inundaciones incluso aguas abajo del valle. Es en los años 60 cuando mayores precipitaciones mensuales se han medido en la zona, concretamente en octubre. Los datos anteriores muestran que las mayores cantidades de precipitación se producen en época otoñal reflejando el carácter más mediterráneo de esta parte del Pirineo respecto a  valles más occidentales con una componente más atlántica. Ya lo dice el refranero aragonés: el agua de octubre, siete lunas cubre.

Las temperaturas máximas alcanzadas no son significativas respecto a otros valores que se pueden alcanzar, por ejemplo, en Aragón. Sin embargo, cabe destacar los valores superiores a 35 ºC en numerosos puntos de la zona y que no se alcanzan en otras zonas del Pirineo Aragonés situadas a una altura equivalente. Fueras de los profundos cañones del Parque, es una zona calurosa en verano con puntos, como es el caso de Torla con condiciones favorables para alcanzar temperaturas relativamente elevadas, como en el caso de Torla de hasta 38 ºC en la zona del pueblo, bajo condiciones de viento sur, advección térmica y alta tasa de insolación. También, es destacable la máxima alcanzada en Góriz con unos meritorios 27 ºC a una altura superior a 2000 m. Por el contrario, las temperaturas mínimas alcanzadas sí que son significativas dentro del contexto climático no solo de Aragón sino de todo el Pirineo y la Península Ibérica. Temperaturas mínimas cercanas o inferiores a -15 ºC son habituales en el Parque con extremos de hasta -22 ºC. En el caso de Goriz, estas mínimas están asociadas al aire frío en altura en condiciones de potentes entradas de aire frío. Sin embargo en los fondos de valle, Ordesa-Pradera y Refugio de Pineta, las mínimas están asociadas a condiciones anticiclonicas con entradas de aire frío, estabilidad atmosférica y terreno nevado que favorecen el drenaje continuo, durante la larga  noche invernal, de aire frío hacia los valles que junto al enfriamiento radiativo asociado a la presencia de nieve producen mínimas muy inferiores a Goriz produciendo unas inversiones térmicas muy marcadas. (Buisán et al, 2016).

Finalmente, los valores extremos de espesor de nieve se asocian a condiciones de pasos continuos de borrascas durante el invierno por la Península Ibérica y no tanto a entradas más atlánticas de componente norte y noroeste. (Buisán et al, 2016)

Numerosos estudios y publicaciones científicas a nivel nacional e internacional han utilizado datos de estaciones de esta zona del Pirineo. A continuación expondremos varios trabajos del autor de este artículo a modo de ejemplo. En la bibliografía científica se pueden encontrar estudios adicionales de numerosos autores.

La Figura 5 proviene del artículo Impact of weather type variability on winter precipitation, temperature and annual snowpack in the Spanish Pyrenees. En ella se utilizan datos de pluviometría de la serie climática de Torla mostrando que la precipitación invernal (Diciembre-Marzo) en el periodo 1961-2014  tiene una ligera tendencia negativa, sin que ésta sea estadísticamente significativa, y que es consistente con las tendencias observadas en otras estaciones del Pirineo.

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Figura 5. Estudio de tendencias de precipitación en el Pirineo y presencia de Torla en este estudio (Buisán et al. 2016)

La Figura 6 proviene del artículo Spatial and temporal variability of winter snow and precipitation days in the western and central Spanish Pyrenees. En ella se utilizan datos de Torla y Pineta-Presa para el periodo 1961-2014 que muestran un descenso, no estadísticamente significativo, en la frecuencia invernal de ocurrencia de días de nieve y que es consistente con el resultado anterior (menor precipitación).

Las últimas temporadas invernales se han caracterizado por ser especialmente nivosas y con altas tasas de precipitación lo que indudablemente suavizará la tendencia negativa en precipitación y días de nieve en esta zona del Pirineo.

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Figura 6. Estudio de tendencias de días de nieve en el Pirineo (Buisán et al. 2015). De arriba a abajo e izquierda a derecha: Abaurrea Alta, Canfranc, Bescos de Garcipollera, Torla, Pineta-Presa y Santesteban.

Existe un tesoro climático dentro de la Península Ibérica y quizás también a nivel internacional como son los datos de un enclave tan singular como el Refugio de Góriz. Es la única en los Pirineos con una serie reciente de pluviometría, temperatura y espesor de nieve  de casi 40 años y caracterizada por su continuidad durante el año, calidad y ausencia de lagunas. Dentro del Congreso de la Asociación Española de Climatología en 2018 se va a presentar un trabajo de AEMET en colaboración con el Departamento de Geografía de la Universidad de Zaragoza titulado, Tendencias recientes en precipitación, temperatura y nieve de alta montaña en los Pirineos (Refugio de Góriz, Huesca) que analiza las tendencias recientes de su serie climática, y del cual exponemos los principales resultados de este trabajo

La Figura 7 muestra que las tendencias de la temperatura máxima en Góriz son claramente positivas en primavera y verano, siendo estadísticamente significativas en mayo y junio. Es interesante observar que en invierno existe una tendencia negativa que no es estadísticamente significativa.

figura7Figura 7. Evolución temporal de las temperaturas máximas estacionales (de a) a d)) y mensuales (de e) a p)). Son significativas al 95% las tendencias de, i) y j). (Serrano et al., 2018)

Respecto a la precipitación y espesor de nieve (no se muestran las figuras) este trabajo revela la existencia de una gran variabilidad, alternándose años de mucha precipitación y muy nivosos con años más secos, algo característico de climas con influencia mediterránea. Este resultado, combinado con el anterior indica que la fusión del manto nivoso es más activa, acelerando la desaparición de la nieve a menores cotas, por tanto, produciendo un mayor impacto sobre los recursos hídricos disponibles, evolución de glaciares y la evaluación del riesgo asociado a actividades deportivas en altura.

Conclusiones

La biodiversidad en un Parque Nacional no puede explicarse sin conocer el clima que le afecta. Para caracterizarlo es necesario una sistematización continua y normalizada de observaciones meteorológicas que debe controlar un Servicio Meteorológico Nacional según las directrices de la Organización Meteorológica Mundial. Ojalá hace 100 años hubiésemos podido ya disponer de observaciones meteorológicas en la Pradera de Ordesa o el Refugio de Goriz, serían de un valor incalculable. Pero la buena sinergia actual entre distintas administraciones locales, regionales y estatales nos hace avanzar por el buen camino para que cuando se celebre el Bicentenario del Parque Nacional podamos sentirnos orgullosos del trabajo realizado. Nunca es tarde si la dicha es buena.

Agradecimientos

Colaboradores voluntarios de AEMET, personal del parque que gestiona la estación de Ordesa-Pradera, Federación Aragonesa de Montañismo y guardas del Refugio de Góriz, ayuntamientos de la zona por ceder en muchos casos su terreno durante años, en especial actualmente al Ayuntamiento de Torla-Ordesa y Bielsa por dotar de mantenimiento, terreno y luz eléctrica a nuestras estaciones automáticas. Finalmente agradecer a mis compañeros de AEMET en el presente y pasado por su labor oscura y, a veces, poco reconocida de supervisión de los datos. Gracias a Laura, José Luís y Arcadio por darle un repaso final al texto de este artículo.

 

  • Bibliografía

 

Buisan, S. T., Saz, M. A., and López-Moreno, J. I.(2015) Spatial and temporal variability of winter snow and precipitation days in the western and central Spanish Pyrenees, Int. J. Climatol., 35, 259–274, doi:10.1002/joc.3978,.

Buisan ST, López-Moreno JI, Saz MA, Kochendorfer J (2016) Impact of weather type variability on winter precipitation, temperature and annual snowpack in the Spanish Pyrenees. Clim Res 69:79-92. https://doi.org/10.3354/cr01391

Buisan and others, (2016) Una estación de AEMET para estudiar el frío en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, XXXIV Jornadas Científicas de la Asociación Meteorológica Española.

Serrano, R., Buisán ST and others, (2018) Tendencias recientes en precipitación, temperatura y nieve de alta montaña en los pirineos (Refugio de Góriz, Huesca), XI Congreso Internacional de la Asociación Española de Climatología.

 

Enlaces de interés:

Ministerio para la Transición Ecológica

Organismo Autónomo Parques Nacionales

 

Acerca de aemetblog

La Agencia Estatal de Meteorología sucedió en 2008 a la entonces Dirección General del Instituto Nacional de Meteorología, con más de 150 años de historia. Actualmente está adscrita, según el artículo 4.4 del Real Decreto 864/2018, de 13 de julio, por el que se desarrolla la estructura orgánica básica del Ministerio para la Transición Ecológica, a ese departamento ministerial a través de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente. El objeto de AEMET, según el artículo 1.3 del Real Decreto 186/2008, de 8 de febrero por el que se aprueba su Estatuto, es el desarrollo, implantación, y prestación de los servicios meteorológicos de competencia del Estado y el apoyo al ejercicio de otras políticas públicas y actividades privadas, contribuyendo a la seguridad de personas y bienes, y al bienestar y desarrollo sostenible de la sociedad española". Como Servicio Meteorológico Nacional y Autoridad Meteorológica del Estado, el objetivo básico de AEMET es contribuir a la protección de vidas y bienes a través de la adecuada predicción y vigilancia de fenómenos meteorológicos adversos y como soporte a las actividades sociales y económicas en España mediante la prestación de servicios meteorológicos de calidad. Se responsabiliza de la planificación, dirección, desarrollo y coordinación de actividades meteorológicas de cualquier naturaleza en el ámbito estatal, así como la representación de éste en organismos y ámbitos internacionales relacionados con la Meteorología.
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