Siete años consecutivos de inviernos cálidos: así ha cambiado la época más fría del año por el cambio climático

Artículo elaborado por Meteoclimática, iniciativa del CREAF, con datos de AEMET

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé que este invierno registre temperaturas por encima de lo normal en todo el país, con especial incidencia en Baleares y Canarias. En la Península, la probabilidad de un invierno más cálido de lo habitual es del 60%, mientras que en los archipiélagos asciende al 70%. De confirmarse, sería el octavo invierno consecutivo con valores térmicos superiores a los de referencia.

Sin embargo, nuestra percepción del frío no siempre coincide con los datos. La amnesia climática hace que cada invierno resulte difícil de comparar con los anteriores: sesgos cognitivos como la normalización de temperaturas anómalas nos llevan a considerar “habituales” valores que hace no tanto nos parecían extremos. Frente a esa memoria frágil, los registros de la Aemet ponen el contexto en perspectiva y muestran claramente que los inviernos en España están siendo progresivamente más cálidos.

Un análisis realizado por Meteoclimática con datos de la Aemet de las temperaturas medias, máximas y mínimas desde 1979 revela que nunca antes se había encadenado una racha como la actual. Desde entonces, ha habido periodos con varios inviernos consecutivos más cálidos de lo normal, pero el momento actual no tiene precedentes: siete inviernos seguidos por encima de la media climática, una anomalía histórica que demuestra que el frío está cada vez menos presente en los registros de temperatura. 

Resumen de las principales conclusiones

  • En el periodo de tiempo comprendido entre 1991 y 2020, la temperatura media en invierno se situaba en torno a los 6,6 °C. Sin embargo, llevamos ya siete años seguidos con temperaturas hasta dos grados por encima de esta marca.
  • Cuatro de los cinco inviernos más cálidos se han producido en este siglo. Y dos de los cinco más cálidos los hemos visto en la última década.
  • En la última década solo ha habido un invierno más frío de lo normal, el de 2017-2018, con una media de 6 °C y catalogado como “frío” por Aemet. Fue la última vez que tuvimos un invierno frío en España.
  • Las máximas también experimentan cambios destacables: durante los últimos siete años, siempre se han superado la cifra del periodo de referencia, de 11,4 °C. El máximo absoluto lo anota el invierno de 2021-2022, cuando la media de las máximas alcanzó los 13,6 °C, más de dos grados por encima.
  • Si lo analizamos por número de días con temperaturas por encima de lo normal, también vemos que se registran cada vez más: hemos pasado de tener 47 días en la década de los 80 con temperatura por encima de lo normal, a 59 días de media con temperaturas por encima de lo normal en la última década.
  • El invierno que ostenta el récord con más días de temperaturas por encima de lo que toca fue el de 2020, cuando se registraron 68 días con temperaturas por encima de la media, o lo que es lo mismo, un 75% del invierno.
  • Para los casos de las estaciones de Barcelona Fabra y Cuenca, donde las anomalías son las más notables de la red de estaciones de Aemet, observamos que el invierno más destacado en el caso de Barcelona fue el de 2023-2024, cuando la media de temperatura fue de 12,2 °C, casi 3 °C por encima de la media de referencia. En el de Cuenca, el año más desigual fue 2020: la media del invierno rozó los 8 °C, cuando la media es de 6 °C, y la mínima superó los 2 °C, cuando la cifra usual es negativa.

Una década de inviernos muy cálidos (menos en 2017)

Antes de que el cambio climático empezara a alterar los termómetros, la temperatura media se situaba en torno a los 6,6 ºC. Sin embargo, ya hace mucho que no vemos un invierno con valores en torno a esta cifra. Por ejemplo, el pasado invierno, la temperatura media entre los meses de diciembre y febrero fue de 7,8 °C, situándose más de un grado por encima de la media del periodo de referencia, y entrando así en el podio de los cinco inviernos más cálidos desde 1961.

Si analizamos en detalle los datos, vemos que los inviernos con temperatura de récord se acumulan casi todos en este siglo. Es decir, que cuatro de los cinco inviernos más cálidos se han producido todos en los últimos 25 años.

Es más, en la última década solo ha habido un invierno más frío de lo normal, el de 2017-2018, con una media de 6 °C y catalogado como “frío” por Aemet. El resto han sido “cálidos” (3) o “muy cálidos” (6). Los dos inviernos más cálidos de toda la serie histórica, con una media de 8,5 °C (casi 2º C por encima de la media), también tuvieron lugar en estos últimos diez años y que se corresponden a los de 2019-2020 y 2023-2024.

Las mínimas aumentan en menor medida, que también con anomalías positivas desde 2019. En este año, junto a 2023, se superó la media de las mínimas por 1,7ºC respecto a la media.

En las máximas se ven los cambios más importantes: durante los últimos siete años, siempre se han superado la cifra del periodo de referencia, de 11,4 °C. El máximo absoluto lo anota el invierno de 2021-2022, cuando la media de las máximas alcanzó los 13,6 °C.

Por comparar, en la década de los 90, la media de las máximas más alta se alcanzó en 1994 y fue de 12,6 °C y en la de los 2000 fue de 12,4 °C.

Se acumulan los días cálidos

Otra forma de medir las anomalías de temperatura que llevamos viviendo en prácticamente toda la década, es mediante el número de días de cada invierno en que la temperatura media ha superado el valor del periodo de referencia.

Si hacemos caso a este baremo, en lo que llevamos de década, hemos tenido 59 días de media con temperaturas por encima del valor del periodo de referencia, mientras en la década de 2010 fue de 50 y en la de los 2000, de 45. El máximo de los últimos siete años se lo lleva el invierno de 2020, donde en 68 días se superó la media de temperatura.

En el caso de las máximas, la tendencia es similar: el número de días que la máxima superó al valor medio de entre 1991 y 2020 también ronda los 50, aunque en el año 2020 se sobrepasaron los 70.

Barcelona y Cuenca: casos extremos de un problema generalizado

A nivel nacional, llevamos siete años con una anomalía de temperatura positiva tanto para las medias como para las máximas del invierno. Sin embargo, hay lugares específicos de la geografía española donde estos datos son más evidentes. Es el caso de las estaciones meteorológicas de Aemet de Barcelona Fabra y de Cuenca.

Para la selección de estos dos puntos se calculó cómo ha cambiado la temperatura media del invierno a lo largo del tiempo en cada estación. Después se seleccionaron las estaciones en las que más había aumentado la temperatura media en el periodo 1979-2025.

Lo que observamos es que no se ha vivido un invierno más frío de lo normal desde el año 2018, tanto si observamos las temperaturas medias, como las mínimas o las máximas. De igual forma, la primavera de ese mismo año es la última estación fría o muy fría registrada hasta la fecha.

Al igual que ocurre a nivel nacional, la anomalía de temperatura es especialmente notable en los últimos 10 años.

El invierno más destacado en el caso de Barcelona fue el de 2023-2024, cuando la media de temperatura fue de 12,2 °C, casi 3 °C por encima de la media de referencia y la máxima supero los 16 °C, casi 4 °C más que el valor del periodo 1991-2020.

Si hablamos de Cuenca, el año más desigual fue 2020: la media del invierno rozó los 8 °C, cuando la media es de 6 °C, y la mínima superó los 2 °C, cuando la cifra usual es negativa.

Según datos del informe CLIVAR-Spain los incrementos de temperatura durante el invierno serán mucho mayores para las zonas centrales del interior peninsular, además de las zonas de alta montaña, como Sierra Nevada, la Cordillera Cantábrica y los Pirineos.

Este fenómeno conllevaría una disminución del número de días de helada (días durante el invierno en que la temperatura mínima se encuentra por debajo de los 0ºC) y de las olas de frío, tanto en lo que respecta a días de duración como a la intensidad de las mismas.

Sin rastro de olas de frío

El número e intensidad de las olas de frío registradas por Aemet también parece haber disminuido, tanto en días como en intensidad: hace dos inviernos que no se registra ninguna ola de frío en la Península, y la última lo hizo durante tres días con una anomalía de temperatura de -1,2 °C.

En la última década, se han registrado diez olas de frío, entre las que se encuentra la provocada por la borrasca Filomena en enero de 2021, y que duró ocho días, afectando a 30 provincias. Por lo demás, entre 2004 y 2013 se registraron 18 fenómenos de este tipo y, entre 1994 y 2003 se registraron ocho.

Si bien el incremento de las temperaturas en invierno es notable, aún dista bastante del que estamos experimentando en verano. En otras palabras, las temperaturas están subiendo, sí, pero a un ritmo inferior a lo que lo hicieron en el verano. Según datos de la Aemet, el calentamiento en la época estival ha sido desde los años 60 de 0,43 °C más por decenio, mientras que en invierno los valores suben a razón de 0,18º C cada diez años. Alrededor de la  mitad.

Inviernos de un mes para el año 2100

Para finales de siglo, se prevé para un escenario de máximas emisiones que la temperatura media del invierno en España sea entre 3,2 °C y 5 °C mayor que en el periodo 1961-1990, según estudios de Aemet.

Este aumento no será igual en todas las zonas: en el litoral gallego y cantábrico el ascenso será de entre 2,2ºC y 4ºC, mientras que en comunidades de interior, como Castilla-La Mancha y Extremadura serán mayores (entre 3,2 ºC y 5 ºC más altas).

El informe de CLIVAR-Spain da también datos sobre la duración del invierno, que será de 31 días en España para el 2100 bajo un escenario de emisiones muy altas. Esto se debe, por una parte, a un retraso en el comienzo de la estación invernal de unos 1,4 días por década y a un adelanto de unos 3,3 días de la primavera por cada decenio.

Acerca de aemetblog

La Agencia Estatal de Meteorología sucedió en 2008 a la entonces Dirección General del Instituto Nacional de Meteorología, con más de 150 años de historia. Actualmente está adscrita, según el artículo 4.4 del Real Decreto 864/2018, de 13 de julio, por el que se desarrolla la estructura orgánica básica del Ministerio para la Transición Ecológica, a ese departamento ministerial a través de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente. El objeto de AEMET, según el artículo 1.3 del Real Decreto 186/2008, de 8 de febrero por el que se aprueba su Estatuto, es el desarrollo, implantación, y prestación de los servicios meteorológicos de competencia del Estado y el apoyo al ejercicio de otras políticas públicas y actividades privadas, contribuyendo a la seguridad de personas y bienes, y al bienestar y desarrollo sostenible de la sociedad española". Como Servicio Meteorológico Nacional y Autoridad Meteorológica del Estado, el objetivo básico de AEMET es contribuir a la protección de vidas y bienes a través de la adecuada predicción y vigilancia de fenómenos meteorológicos adversos y como soporte a las actividades sociales y económicas en España mediante la prestación de servicios meteorológicos de calidad. Se responsabiliza de la planificación, dirección, desarrollo y coordinación de actividades meteorológicas de cualquier naturaleza en el ámbito estatal, así como la representación de éste en organismos y ámbitos internacionales relacionados con la Meteorología.
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