Jorge González Márquez y Juan Antonio Fernández-Cañadas

Veremos a continuación cómo es el comportamiento y distribución habitual de las tormentas en el mes de enero en la península Ibérica y alrededores, tomando como referencia la media del periodo 1995-2016 (ver mapa de número de días de tormenta) (1).

 A la hora de hablar de tormentas en el mes de enero, deberíamos hacerlo más  por su escasez que por su abundancia, ya que junto con febrero, es el mes menos tormentoso del año en la mayoría de zonas. Solo hay actividad apreciable en las áreas habituales de invierno, que son: el mar Mediterráneo al sur de las Baleares (sobre todo zonas de alta mar), los alrededores del Estrecho de Gibraltar, y la cornisa cantábrica, aunque sin pasar en ningún caso de 1-2 días de media en el mes. En las zonas más continentales de la península Ibérica las tormentas son muy raras, siendo habitual que transcurran más de 15-20 años sin que haya un día de tormenta en enero en cada punto determinado.

 El número de descargas también es bajo en este mes, si bien destacan puntos aislados con elevado número de descargas en el Mediterráneo sur, especialmente en el mar de Alborán. Ésta disposición tan peculiar indica que las tormentas en enero, a pesar de ser escasas, pueden ser puntualmente fuertes. En la zona cantábrica sin embargo, a pesar de que también hay entre uno y dos días de media en el mes, el número de descargas es especialmente bajo, igual que ocurría en diciembre, lo cual indica que la mayoría de tormentas  apenas presentan más de una o dos descargas. Dichas tormentas suelen ir asociadas a entradas de aire frío del norte y se originan en el seno de pequeños cumulonimbos formados en su mayoría por cristales de hielo, de los cuales es frecuente que caiga granizo o nieve. Ocasionalmente pueden penetrar hacia el sur y afectar a zonas continentales, siendo éste casi el único escenario en el que pueden darse tormentas en enero en la meseta norte o en la zona centro peninsular.

 En cuanto a la distribución horaria e intervalo horario de mayor actividad en cada punto (siempre horas UTC), apenas pueden sacarse conclusiones a causa de la escasez de tormentas y debido también a que la mayoría de ellas se dan en el mar, donde no hay un horario tan definido como en tierra.

 Dentro de la península, las pocas tormentas que hay son a primera hora de la tarde (entre las 12 y 16), mientras que en el mar, islas Baleares y costas peninsulares, la mayoría son durante la madrugada y al amanecer.

 En resumen, enero es un mes de escasa actividad tormentosa en general, a excepción del Mediterráneo sur, estrecho de Gibraltar y área cantábrica.

 (1). Se considera día de tormenta en un lugar concreto, aquel en el que ha habido al menos una descarga eléctrica en un radio de 10km alrededor de él.