Por Juan Antonio Huete Aranda. Fotografías, Margarita Guerrero García

Interior de armario de EMA Thies. Se ven la unidad de adquisición y procesamiento de datos (datalogger), batería y módem, entre otros elementos
Repartidas por toda la geografía española, las estaciones meteorológicas automáticas (EMAs) recogen, almacenan y transmiten datos meteorológicos continuamente. Los estudios climatológicos y los modelos numéricos de predicción se nutren de estos datos, por lo que el personal de AEMET encargado del mantenimiento tiene un papel indispensable. Juan Antonio, especialista de Mantenimiento y Calibración nos cuenta en este artículo las labores que esto requiere.
Izados de mástil.
Una EMA está compuesta, de forma general, por varios sensores, una unidad de adquisición y procesamiento de datos, un sistema de alimentación eléctrica, y otro de comunicaciones.
Los sensores toman datos de las siguientes variables:
- temperatura y humedad del aire
- cantidad de precipitación
- velocidad de viento
- dirección del viento
Dependiendo del tipo de estación, otras tienen además sensores de las variables:
- presión atmosférica
- visibilidad y tiempo presente
- insolación y radiación solar global
- temperatura junto al suelo y de suelo
Los sensores de temperatura y humedad están protegidos de la radiación térmica en un abrigo termométrico, por lo general una garita de madera. Los de viento – veleta y anemómetro – están en la parte superior de un mástil de 10 m de altura, con lo que se minimizan los efectos de rozamiento y turbulencia junto al suelo.

Garita meteorológica, mástil de viento, armario y pluviómetro
El sistema de alimentación eléctrica incluye un panel solar y baterías. Algunas pueden estar conectadas a red eléctrica. Para efectuar las comunicaciones la estación puede disponer de módem o ‘router’. Todo necesita un mantenimiento, y las EMAs no son una excepción. Podemos diferenciar dos tipos de mantenimiento de las EMAs: el preventivo y el correctivo.
El primero consiste en una inspección de la estación con el objeto de prevenir averías y prolongar el tiempo de disponibilidad y de buen funcionamiento del equipo, así como de mantener el buen estado de las instalaciones. Algunas de las acciones que engloba consisten en revisar el estado de:
- la parcela donde se ubica la estación
- la garita meteorológica
- cableado
- armario y conexiones
- pluviómetro y otros sensores
- unidad de adquisición y procesamiento de datos
- panel solar y batería

Poniendo conectores a cable de sensor
Respecto al pluviómetro, siempre se trata de mantenerlo limpio, exterior e interiormente, por su sensibilidad a la suciedad. También se verifican las medidas de algunos sensores con patrones itinerantes – temperatura, humedad, presión – . En el caso del pluviómetro, se simula la caída de precipitación mediante el vertido de una cantidad de agua previamente medida con probeta.

Midiendo precipitación de pluviómetro manual
Pluviómetro de EMA Vaisala (izqda.) y pluviómetro manual (dcha.). Interior de pluviómetro de EMA Thies. Interior de pluviómetro de EMA Vaisala
El mantenimiento correctivo consiste en la reparación, ajuste o sustitución de los elementos que no funcionen adecuadamente. Podría ser un sensor averiado, una batería agotada, cualquier cosa.
¿Qué sucede si una EMA necesita un mantenimiento preventivo o correctivo? Ahí entra en juego el personal de AEMET encargado del mantenimiento de las estaciones.
De izquierda a derecha. En la parte alta del mástil de viento están la veleta y el anemómetro. Más abajo están el panel solar y antena telefónica. EMA tipo Thies. EMA tipo Vaisala.
Una de las primeras acciones que llevamos a cabo es ponernos en contacto con el colaborador. Cada EMA tiene asociada un colaborador. Es una persona que, en la mayoría de los casos, es dueña del terreno donde se ubica la estación, y suele vivir o trabajar cerca de ella. Ante la primera señal de alguna incidencia relativa a la estación, acudimos a él para que nos informe de la misma. En numerosas ocasiones, las incidencias son resueltas por la actuación simple del mismo colaborador.
Pantalla del datalogger. Interior de armario de EMA Vaisala. Se ven el datalogger, pantalla, ‘router’ y baterías, entre otros elementos. Pantalla de EMA VAisala
Patrón para verificar la temperatura y humedad. Los sensores del patrón se colocan al lado de los sensores de la EMA, dentro de la garita. Visor del patrón de temperatura y humedad.
En caso de confirmarse la necesidad de desplazamiento por parte del personal de AEMET, se inicia la planificación del viaje. Una vez determinada la fecha del viaje, se avisa al colaborador de nuestra llegada, y se hace provisión de elementos necesarios como herramientas, sensores y demás. Finalmente, efectuaremos la ruta planeada hasta la estación y llevaremos a cabo la actuación necesaria.

Mástil de EMA Thies abatido para sustituir sensor de viento
La mayoría de EMAs están a una distancia en carretera comprendida entre 60 y 180 km de la sede de la Delegación Territorial o Centro Meteorológico correspondiente (es el caso, entre otros, del ámbito territorial de Andalucía, Ceuta y Melilla). A veces, cuando las distancias son mayores, o el volumen de trabajo lo requiere, el personal encargado de la actuación debe pernoctar fuera.
Terminado el viaje, y ya de nuevo en la oficina, anotaremos los datos esenciales de la actuación para llevar un control de las incidencias y necesidades de cada estación.
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