Por: Jorge González Márquez (Jefe OMA) y Juan Antonio Fernández-Cañadas (Especialista en Observación de AEMET)
En esta entrada veremos cómo es el comportamiento y distribución habitual de las tormentas en el mes de agosto en la península Ibérica y alrededores, tomando como referencia el periodo 1995-2016, finalizando así los resúmenes que hemos ido publicando mes a mes desde septiembre de 2018. Se considera día de tormenta en un lugar concreto, aquel en el que ha habido al menos una descarga eléctrica en un radio de 10km alrededor de él.
El mes de agosto sigue teniendo características propias del verano, es decir, intensa actividad en zonas como Los Pirineos y Sistema Ibérico oriental, gran contraste entre zonas de montaña y zonas llanas, actividad nocturna en zonas de interior todavía frecuente, etc., pero empieza a parecerse también a un mes de otoño debido al gran repunte de actividad en el Mediterráneo norte, especialmente frente a Cataluña. Por tanto, agosto aglutina actividad típica de verano y de otoño, por lo que no es de extrañar que pertenezcan a él o a septiembre la mayoría de días récord en cuanto a número de descargas registradas en el área comprendida por estos mapas. Dejando al margen el mar Mediterráneo y zonas próximas a él, las cuales no tienen un comportamiento “simétrico” a lo largo del año, vemos que agosto tiene cierta similitud con el mes de junio, al igual que mayo la tenía con septiembre, abril con octubre, y marzo con noviembre, dejando aislado al mes de julio, que supone el eje de simetría anual, si bien sus características en el interior peninsular son parecidas a junio y agosto.
En número de días de tormenta referidos a cada punto, destacan en agosto más de 7 en Los Pirineos y Sistema Ibérico oriental, entre 4 y 6 días en la mayor parte de Navarra, La Rioja, Aragón y Cataluña, así como en las provincias de Soria y Castellón, zonas aisladas de Valencia, Cuenca, Guadalajara, Madrid y Burgos, y áreas marítimas frente a Barcelona y Tarragona. Entre 1 y 3 días de tormenta encontramos en el mar Cantábrico, interior de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, la mayor parte de Castilla-León, Madrid y Castilla-La Mancha, gran parte de las provincias de Murcia, Alicante y Valencia, así como las Islas Baleares y el mar alrededor de éstas. También en el norte de Extremadura y en zonas de Andalucía, especialmente en el interior de Almería, Granada y Jaén. Finalmente, encontramos actividad escasa, con menos de 1 día de tormenta al mes en parte de Galicia, zonas no montañosas de Extremadura y Andalucía, Estrecho de Gibraltar y en general en todo el Mediterráneo que queda al sur de Murcia. En todo caso, estas últimas áreas presentan un ligero aumento con respecto a la escasísima actividad de julio.
En lo relativo al número de descargas, como novedad destaca el gran número de ellas en el interior de las provincias de Barcelona y Tarragona, que alcanzan ahora el máximo anual. También es muy elevado el número de descargas en el mar Mediterráneo entre Cataluña y Baleares, aunque los valores se verán superados por los de septiembre. En Los Pirineos y Sistema Ibérico oriental, que abarca casi toda la provincia de Teruel y el límite con Castellón, el número de descargas sigue siendo muy elevado como continuación de lo que es habitual en los demás meses de verano. En las demás zonas de la península Ibérica, la actividad es más moderada y va disminuyendo gradualmente desde el nordeste hacia el suroeste, presentando mayor número en general en zonas montañosas. En Andalucía hay menos puntos vacíos que en julio, lo cual da idea de que las tormentas, aun siendo escasas en la mayor parte de esta región, ya no lo son tanto como en julio. En el Mediterráneo al sur de las Baleares también puede haber puntualmente tormentas importantes, tras el mínimo alcanzado en junio y julio.
En cuanto al intervalo horario de mayor actividad (siempre horas UTC), el esquema general es el característico del verano, con un máximo a mediodía y principio de la tarde (12-16) en la mayoría de zonas montañosas y sus alrededores. Más tarde (de 16-20 UTC) suelen aparecer las tormentas en todas las tierras interiores no montañosas, es decir, en extensas áreas alrededor de los grandes valles, llegando a destacar máximos incluso ya por la noche (de 20 a 22 UTC) en torno a grandes valles como el Ebro, Tajo o Guadalquivir. El intervalo del final de la tarde y comienzo de la noche destaca también en todo el mar Cantábrico y en zonas del Mediterráneo próximas a la península, generalmente a causa de tormentas que se forman sobre tierra y después continúan su avance hacia el mar. Sin embargo, como efecto contrario y novedoso de este mes, tenemos la aparición de tormentas en el Mediterráneo cerca de la costa peninsular (entre las 19 y 23 UTC básicamente), que después pueden afectar a zonas del interior, sobre todo en provincias que no tengan montañas muy cerca de la costa, como ocurre en parte de Tarragona, Valencia y sur de Alicante. En alta mar, predomina el horario de madrugada (22 a 02) en el Mediterráneo norte (Valencia-Cataluña-norte de Baleares), mientras que en la parte sur (Murcia, Andalucía-sur de Baleares) las tormentas son preferentemente al amanecer o por la mañana (05 a 09 UTC).
En las islas Baleares destacan varios máximos de actividad, uno entre las 10 y 14 UTC, asociado a tormentas originadas en el interior de las islas, y otro completamente distinto, asociado a las tormentas que entran a las islas procedentes del mar. Por ejemplo, en las costas del norte y oeste de Mallorca destacan las tormentas a medianoche, como en gran parte del Mediterráneo norte, mientras en las costas del sur y del este destacan al amanecer o por la mañana, como ocurre en general en el Mediterráneo sur.
Finalmente, destacar el Campo de Gibraltar y en general, el mar frente a Andalucía, donde una vez más destaca el intervalo de la mañana como el más tormentoso, básicamente de 08 a 12.
En resumen, el mes de agosto se caracteriza por sumar características de verano y de otoño, haciendo de él, junto con septiembre, el de mayor número de descargas eléctricas.