Artículo elaborado por Manuel Antonio Mora García, Delegado Territorial AEMET en Castilla y León

Con motivo del 150 aniversario del nacimiento de Antonio Machado (Sevilla 1875, Colliure–Francia, 1939), poeta universal, se han sucedido los homenajes en especial en Soria, ciudad donde residió entre 1907 y 1912.

En Soria, Antonio Machado, hijo adoptivo de la ciudad, no sólo encontró la paz y el amor de su vida, Leonor, también la inspiración para su obra más reconocida, Campos de Castilla:

«Soy hombre extraordinariamente sensible al lugar en el que vivo. La geografía, las tradiciones, las costumbres de las poblaciones por donde paso, me impresionan profundamente y dejan huella en mi espíritu» (Voz de Madrid, París, nº 13, 8/10/1938).

El tiempo y el clima soriano, al igual que el andaluz, dejaron su impronta en Machado, como veremos a lo largo de este artículo. El análisis de los datos climatológicos históricos confirma una evidencia, el cambio climático. El epíteto “fría” que aparece en las referencias machadianas a Soria, cada vez resulta menos evidente.

Breve biografía

Nacido en Sevilla el 26 de julio de 1875, Antonio Machado Ruíz se trasladó con su familia a Madrid cuando contaba ocho años, siguiendo la estela de su abuelo paterno, Antonio Machado Nuñez, que había sido nombrado catedrático de Historia Natural en la Universidad Central. Machado Nuñez era un polifacético científico, médico, naturalista, antropólogo y docente, simpatizante de la Institución Libre de Enseñanza (ILE). El padre del poeta, Antonio Machado Álvarez, fue escritor y abogado, y como destacado folckorista impartió esta disciplina en la ILE. Con tales precedentes, resulta lógico que  el joven Antonio y su hermano Manuel fueran matriculados en la ILE, donde tuvieron destacados maestros como Francisco Giner de los Ríos o Manuel Bartolomé Cossío, recibiendo una educación integral que dejó su peculiar impronta en Antonio Machado, en especial el amor al paisaje y a la naturaleza que nos muestra en su obra.

En 1906, tras una intensa vida bohemia en Madrid y París, donde trabajó de traductor de francés, por necesidades económicas decide opositar a catedrático de instituto. Tras aprobar obtiene destino en Soria, ciudad que entonces contaba con poco más de 7000 habitantes, incorporándose en 1907 como catedrático de francés en el Instituto General y Técnico. En 1909 se casa con la joven Leonor Izquierdo, hija de los dueños de la pensión en que se alojaba, de tan sólo quince años. En enero de 1911 consigue una beca de la Junta para  Ampliación de Estudios e Investigaciones y junto a su esposa se traslada a París, por tan solo unos meses, ya que Leonor enferma de tuberculosis y vuelven a Soria en septiembre. Antes de transcurrir un año, el 1 de agosto de 1912, Leonor fallece. Triste y desolado Machado pidió traslado al instituto provincial de Baeza (Jaén), donde inició el curso académico 1912-1913. En 1919 obtiene traslado al instituto de Segovia, donde residiría hasta 1931. Durante la guerra civil, ya enfermo, se exilia a Francia, donde fallece al poco tiempo.

Antonio Machado y la Meteorología Oficial

A principios del siglo XX la meteorología en España estaba en pleno desarrollo. Aunque a mediados del siglo XIX existía una incipiente red de observatorios meteorológicos en universidades e institutos, dependiente de la Junta General de Estadística, no existía un Servicio Meteorológico Nacional. Éste fue creado en 1887, el Instituto Central Meteorológico, cuyo primer director fue Augusto Arcimis Werle, entonces profesor de Astronomía y Física de la ILE. Arcimis coincidió durante varios cursos académicos con Antonio Machado y su hermano Manuel en la ILE, y tal vez fuera profesor de ellos.

Una de las actividades fundamentales de esta institución como elemento pedagógico eran las excursiones, en concreto a los alrededores de Madrid, como el Pardo o la sierra de Guadarrama. Arcimis, aficionado a la fotografía, nos ha dejado testimonio de estas excursiones. Reyes Vila-Belda, catedrática de literatura española de la universidad de Indiana (EEUU), en su interesante artículo La visión institucionista del paisaje en Antonio Machado, incide en la importancia que tuvo esta etapa formativa en la ILE, germen del protagonismo del paisaje y la naturaleza en muchos de los poemas de Machado.

En estas excursiones Machado recordaría con nostalgia las realizadas en su niñez con su abuelo, Antonio Machado Nuñez, catedrático de Historia Natural.

El Observatorio Meteorológico de Soria se creó en 1865, ubicándose en  el Instituto General y Técnico. Fue, junto al de León (1865), el cuarto en establecerse en Castilla y León, después de Valladolid y Salamanca (1859) y Burgos (1862). Los datos diarios de los cuadernos de observación, iniciados por el profesor D. Benito Calahorra, nos permiten conocer el tiempo y el clima durante la estancia de Antonio Machado en Soria y, su posible influencia en el autor de Campos de Castilla.

El 1 de mayo de 1907 Antonio Machado visita por primera vez Soria, en una corta estancia de apenas cuatro días, con objeto de tomar posesión de la plaza, familiarizarse con la ciudad y buscar alojamiento. En Soria le recibe Agustín Santodomingo López, catedrático de Historia Natural del Instituto, con el que entabló una buena amistad. Santodomingo fue Vicedirector del Instituto (1907-1908), cargo en el que le sucedió Antonio Machado a su llegada, mientras que él pasó a ocupar el cargo de Secretario, desde 1908 a 1912, que compatibilizó como director de las observaciones meteorológicas del Instituto (1908-1911), sustituyendo a Lorenzo Cabrerizo.

 A Santodomingo le sucedió en 1911 Ildefonso Maés Sevillano, que disponía de un ayudante, Ricardo Tovar Groño. Santodomingo fue amigo íntimo de Machado, y testigo de su boda. Solían pasear juntos y luego reunirse en su casa, en compañía de sus respectivas esposas, y tal vez, hablarían del tiempo.

               Los artistas y escritores, en muchas ocasiones, reflejan su experiencia vital o sus vivencias meteorológicas en su obra. El tiempo y el clima influyen en el estado de ánimo, sobre todo en personas especialmente sensibles, como podría ser el caso de Antonio Machado. En esta primera parte de este estudio analizamos el tiempo soriano en fechas significativas durante la estancia de Machado en Soria.

La meteorología durante las estancias de Machado en Soria

La primera estancia de Antonio Machado en Soria fue entre el 1 y el 5  de mayo de 1907, y salvo el primer día, con ambiente muy frío, disfrutó de un magnífico tiempo primaveral, aunque con fuerte oscilación diurna. El día de su vuelta en tren a Madrid, hubo tormenta con granizo.

Así pues se llevaría una grata impresión de su primera estancia en Soria, por lo que es muy probable, según los estudiosos machadianos, que volviera durante el verano y escribiera sus primeros poemas (A orillas del Duero aparece fechado el 6 de julio de 1907 y Por tierras de España el 4 de agosto de 1907).

El mes de julio de 1907 no tuvo fenómenos destacables, al margen de los 4 días de tormenta. Una de ellas ocurrió precisamente el 6 de julio, según se extrae del diario meteorológico: “Nuboso en la mañana, cubierto en la tarde. Tempestad lejana y llovizna a las 16 h.” Los días anteriores, el 4 y el 5 de julio fueron días espléndidos, con cielos despejados y máximas de 26, 4 ºC y 24,8 ºC respectivamente. La máxima del mes fue 34,8 ºC el día 29 y la mínima 3,8 ºC el día 3. Se recogieron 11,8 mm en el mes. La media de las máximas fue 26.5 ºC y de las mínimas 11.4 ºC.

En agosto de 1907 hubo 6 días de tormenta. La media de las temperaturas máximas fue 29.9 ºC y de las mínimas 13,8 ºC, con 11,6 mm de lluvia. La máxima registrada fue 36,0 ºC el día 3 y la mínima 7,6 ºC el día 22. El intenso calor del día 3 probablemente derivó en las tormentas del día siguiente. El diario meteorológico del 4 de agosto ofrece la siguiente información: “Viento huracanado a las 9 de la mañana que dura media hora. Tormenta a las 6, ligera llovizna. Cubierto el resto del día”.

Otra fecha relevante son los primeros días de octubre de 1910, cuando Machado realizó una excursión a la Laguna Negra, que inspiraría su célebre poema Alvargonzález.  Probablemente el tiempo fuera bueno, aunque los cronistas refieren que en aquella excursión, tuvieron que descender rápidamente desde el pico Urbión al ser sorprendidos por una tormenta. En esos días, las temperaturas en Soria eran suaves, con máximas entre 20 ºC y 24 ºC y mínimas entre 5 ºC y 9 ºC, predominando los cielos poco nubosos o despejados. El día 8 se registró tormenta en el observatorio de Soria, se recogieron 3,3 mm.

El día de su boda, el 30 de julio de 1909 fue una jornada calurosa, con una máxima de 29.6 ºC, aunque la mañana fue fresca (mínima  12,0 ºC), a las 9 de la mañana ya se registraban 23,2 ºC, con cielo despejado inicialmente y nuboso por la tarde. La boda fue a las 10 de la mañana, Leonor, con un vestido negro cerrado, portaba un abanico del que sin duda haría uso más tarde.

Otra fecha señalada, en este caso trágica, fue el 1 de agosto de 1910, cuando falleció Leonor. Un día típico de verano,  despejado por la mañana y nuboso por la tarde (probablemente con nubosidad de evolución diurna), con una temperatura máxima de 26,8 ºC y mínima de 11,8 ºC.

El clima soriano durante la estancia de Machado

Al comparar los datos meteorológicos del periodo 1907-1912 y 1991-2020 se observan diferencias significativas. En cuanto a temperatura media anual, el periodo 1907-1912 tuvo una temperatura media de 10,6 ºC, mientras que en el periodo actual de referencia (1991-2020) la temperatura media anual es de 11,8 ºC;  es decir, 1,2 ºC más.  Las observaciones de temperatura y humedad se realizaban en condiciones similares a las actuales, sobre el suelo (a diferencia de otros observatorios de la época que realizaban las medidas en torreones con suelo artificial), pero el observatorio ha ido cambiando de emplazamiento, de un entorno urbano a uno de carácter más rural. Por ello esa diferencia, según modelos de reconstrucción climática, es superior, en torno a 1,5 ºC, datos en consonancia con el actual cambio climático. Si tenemos en cuenta los últimos años, 2022, con una anomalía de + 1,4 ºC respecto al periodo de referencia 1991-2020; 2023, con una anomalía de + 1,3 ºC;  2024, con una anomalía de + 1,0 ºC, y 2025, que tendrá un valor similar, las diferencias superan los 2,5 ºC.

Las diferencias térmicas entre ambos periodos (1907-1912) y (1991-2020) son más notables en el mes de junio (temperaturas medias: 15,8 ºC / 17,6 ºC respectivamente), julio (19,1 ºC / 20,7 ºC respectivamente), marzo (5,7 ºC / 7,2 ºC respectivamente) y enero (2,9 ºC / 3,6 ºC respectivamente). Por tanto la primavera y el verano eran estaciones más frías durante la estancia de Machado en Soria que en la actualidad. Únicamente diciembre era un mes más cálido (4,4 ºC/ 4,2 ºC respectivamente).

En cuanto a precipitación, durante la estancia de Machado en Soria la precipitación media fue de 478 mm, mientras que el valor de referencia actual (periodo de referencia 1991-2020) es de 534 mm, es decir, en la actualidad en promedio llueve un 11 % más, aunque la lluvia presenta una fuerte variabilidad interanual. En cuanto a meses, junio era el mes más lluvioso (66,9 mm); en la actualidad, estadísticamente lo es mayo (63,5 mm). Por meses, junio, septiembre y diciembre eran más lluviosos durante la estancia de Machado en Soria que en la actualidad.

Con un clima más frío podría pensarse en una mayor frecuencia de nevadas durante la estancia de Machado en Soria. Sin embargo, la nieve sigue siendo un meteoro habitual en Soria, con una media de 23 días anuales (periodo de referencia 1991-2020), aunque al igual que en el caso de la cantidad de precipitación, hay variabilidad interanual. Como referencia, en 1908 se registraron 23 días de nieve y 25 días en 1909, y no constan nevadas especialmente significativas.

Utilizando como fuente la National Oceanic Atmosphericic Administration (NOAA), que ofrece reconstrucciones climáticas desde 1850 a la actualidad en datos de rejilla, podemos observar la evolución de la temperatura media anual y la precipitación en un punto próximo a la ciudad de Soria.

En cuanto a la temperatura media anual, se observa una tendencia clara ascendente, a razón de una décima de grado por década. En cuanto a los años 1907 a 1912, comparados con el clima actual (periodo de referencia 1991-2020), fueron bastante fríos, oscilando entre anomalías de – 1,14 ºC en 1908 y 1911, y -1.88 ºC en 1910. Si tomamos como referencia el pasado año 2022, que fue extraordinariamente cálido, las anomalías son superiores a 2,5 ºC.

Y en cuanto a precipitaciones, desde el año 1979 apenas hay tendencia, apreciándose una fuerte variabilidad interanual, alternando años húmedos o muy húmedos con años secos o muy secos.