Icono del sitio Aemetblog

¿Cómo podrían afectar al cambio climático las fugas de metano del “Nord Stream”?

En este pequeña entrada del blog intentaremos contestar a la pregunta con que titulamos este artículo, comparando las fugas de metano, asociadas a la rotura del “Nord Stream”, con la contribuciones globales de metano y de dióxido de carbono al cambio climático.

Un artículo de Ricardo Torrijo. meteólologo del Centro Nacional de Predicción de AMET.

Agradecemos la informaciones y sugerencias de  nuestro compañero de AEMET, Emilio Cuevas, coordinador de ICOS-España, para al realización de este artículo.

Según la información publicada en varios medios, la rotura del gaseoducto en el Báltico, que dichos medios atribuyen a un sabotaje, podría haber emitido a la atmósfera grandes cantidades de metano. Según ICOS( (Integrated  Carbon Observation System), el sistema europeo de observación integrada del carbono, a la que pertenece España bajo la coordinación de AEMET, se estima que las cantidades CH4 (metano) emitidas por las fugas del “Nord Stream”, pueden equivaler a las emisiones de metano de todo un año para una ciudad del tamaño de París o un país como Dinamarca. 

Observación y modelización del penacho de metano de la fuga del gasoducto Nord Stream realizado por ICOS (https://www.icos-cp.eu/)

Las emisiones de metano son confirmadas por observaciones terrestres de varias estaciones atmosféricas ICOS situadas en Suecia, Noruega y Finlandia. Los satélites de observación han tenido grande dificultades para detectar y estimar las fugas de emisión debidas a las condiciones de nubosidad en la  zona.

Metano observado en las cinco estaciones que capturaban picos de metano liberado por las fugas del gasoducto Nord Stream. Los valores de fondo de CH4 se encuentran actualmente en unas 1950 ppb (ver: https://izana.aemet.es/atmospheric-co2-and-ch4-concentrations-measured-at-izana-observatory-continue-their-upward-trend/)

“En una etapa posterior, podríamos confirmar y cuantificar la cantidad de metano fugado. Varios científicos de ICOS están discutiendo actualmente las diversas opciones para eso. En este momento, particularmente dadas las complejas condiciones meteorológicas y que el metano sigue burbujeando de las tuberías, lamentablemente aún no es posible”, dice Alex Vermeulen, Director de ICOS Carbon Portal.

Nos preguntamos, ¿cómo podrían afectar al cambio climático dichas emisiones?  El metano, junto con el dióxido de carbono, son los dos gases que más contribuyen al incremento del efecto invernadero, debido al aumento de su proporción en la atmósfera y a su potencial de aumentar dicho efecto invernadero.

El potencial de calentamiento de una molécula de metano además es muy superior al de una de dióxido de carbono. Dicho potencial de calentamiento, debido a su limitado tiempo de vida en la atmósfera, es muy grande a corto plazo y disminuye con el tiempo, unas 80 veces superior al de una de dióxido de carbono a 20 años y unas 30 veces superior a 100 años.[1]

Debido a que el tiempo de vida del metano en la atmosfera es relativamente corto, de unos 12 años[2], y su proporción en la atmosfera mucho menor que el del dióxido de carbono (unas 200 veces menos en número de moléculas y 550 en masa[3]), su contribución global al efecto invernadero y a su incremento es muy inferior al del dióxido de carbono.  Según el VI informe del IPCC, en su apartado de bases físicas, el metano tiene una contribución al forzamiento radiativo efectivo[4]  en torno al 15% de lo que hace el total de emisiones de gases de efecto invernadero[5],[6] y se emiten últimamente cada año unos 600 millones de toneladas de metano a la atmósfera, siendo el aumento anual en la atmósfera de unos 50 millones de toneladas[7]. Por otro lado, como consecuencia de las emisiones antropogénicas de dióxido de carbono, llegan a la atmosfera actualmente, cada año, unos 10.000 millones de toneladas al año de carbono, siendo acumulada en la atmósfera  la mitad de esa cantidad. [8]

Por todo ello podemos deducir que, pese a las grandes incertidumbres en las cantidades emitidas de metano en el escape del gaseoducto del Báltico, las cantidades netas totales en torno de unas décimas de millón de toneladas, tendrían una contribución al calentamiento global del orden de de miles a decenas de miles de veces inferior a las contribuciones globales debidas al aumento anual de las concentraciones de los gases de efecto invernadero y de centenares de miles a millones de veces inferior al total del forzamiento debido al crecimiento de gases de efecto invernadero desde la época preindustrial. Se trata efectivamente de un tema preocupante desde muchos puntos de vista, incluido el ambiental, pero desde el punto de vista climático, y visto de forma global sus efectos son muy limitados.


 


[1] IPCC, 2021: Climate Change 2021: The Physical Science Basis. Contribution of Working Group I to the Sixth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change [Masson-Delmotte, V., P. Zhai, A. Pirani, S.L. Connors, C. Péan, S. Berger, N. Caud, Y. Chen, L. Goldfarb, M.I. Gomis, M. Huang, K. Leitzell, E. Lonnoy, J.B.R. Matthews, T.K. Maycock, T. Waterfield, O. Yelekçi, R. Yu, and B. Zhou (eds.)]. Cambridge University Press, Cambridge, United Kingdom and New York, NY, USA, 2391 pp. doi:10.1017/9781009157896., p. 1017. Disponible en: https://www.ipcc.ch/report/ar6/wg1/downloads/report/IPCC_AR6_WGI_FullReport.pdf

[2] Ídem 1, p. 1017.

[3] Considere la diferencia de peso molecular entre el CH4 y el CO2 y véase, por ejemplo: E. Cuevas, O.E. García, 1P.P. Rivas y S.F. León-Luis. Las concentraciones atmosféricas de CO2 y CH4 medidas en el Observatorio de Izaña continúan su tendencia ascendente. AEMETBlog (2022). Disponible en: https://aemetblog.es/2022/06/23/las-concentraciones-atmosfericas-de-co2-y-ch4-medidas-en-el-observatorio-de-izana-continuan-su-tendencia-ascendente/

[4] Ídem 1, p. 39.

[5] Idem 1, pp. 944-48, 2145.

[6] Aunque su contribución global sea menor que la del CO2, en los últimos años, el aceleramiento de las emisiones de metano está haciendo que el papel del aumento de concentración de este gas al crecimiento del efecto invernadero sea cada vez más importante. El ritmo de crecimiento anual es de unas 2.3 pates por millón en los dos últimos dos años para el dióxido de carbono y 0.02 partes por millón para el metano (véase referencia de nota 3)

[7] Ídem 1, p. 703.

[8] Ídem 1, p. 699.


Salir de la versión móvil