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Arturo Duperier Vallesa y la sección de investigaciones especiales en el Servicio Meteorológico Nacional en 1937

En el aniversario del nacimiento, el 12 de noviembre de 1896, de Arturo Duperier, seguramente el científico más prestigioso que ha pasado por el servicio meteorológico español en toda su historia, recuperamos un extracto del artículo de nuestro compañero de la delegación de AEMET en la comunidad valenciana, José Ángel Núñez Mora, “Breve reseña de las observaciones meteorológicas en la ciudad de Valencia 1790- 2017” publicado el 19-04-2017 en Aemetblog, en el que nos cuenta la historia de este eminente físico y meteorólogo.

El Jefe de la Sección de Investigaciones especiales era Arturo Duperier Vallesa. Es el científico más prestigioso que ha pasado por la Agencia Estatal de Meteorología en todas sus denominaciones anteriores, desde su creación en agosto de 1887. Arturo Duperier nació en Pedro Bernardo, Ávila, el 12 de noviembre de 1896, se licenció en Ciencias Físicas y en Ciencias Químicas. En 1920 ingresó, mediante oposición, con el número uno, en el Servicio Meteorológico (Molina Santaolalla, 1959) y en 1933, lograría la cátedra de Geofísica de la Universidad Central, en Madrid.

Duperier, afiliado a Izquierda Republicana desde su fundación en 1934 por Manuel Azaña, fue de los primeros evacuados a Valencia en el mes de octubre de 1936 y, cuando llegó a la ciudad, lo alojaron en el antiguo hotel Palace, a 200 metros del edificio de La Nau de la Universitat de València, donde se ubicaría el Servicio Meteorológico. La lápida que hay en la fachada del antiguo Hotel Palace, en la Calle de la Paz, es uno de las pocas señales que quedan en la ciudad recordando la importancia cultural y científica (además de política), que adquirió Valencia durante 1937, cuando fue capital de la República, aunque la lápida se colocó ya durante la Democracia, en 1984. Transcribimos el texto de la leyenda para dar una idea de la actividad que albergaba el hotel en el que se alojó Duperier: “Este edificio albergó a los más prestigiosos intelectuales y artistas españoles cuando desde Madrid asediada (1936-1939) fueron evacuados a Valencia. Llamóse Casa de la Cultura cuyo patronato presidió el poeta Antonio Machado. En testimonio de homenaje. Excmo. Ayuntamiento de Valencia. Febrero de 1984”. Entre los prestigiosos intelectuales y artistas alojados en el hotel hubo un meteorólogo, Arturo Duperier Vallesa.

Duperier ya contaba en 1936 con cierto prestigio nacional. Primero, como ayudante de Blas Cabrera en el campo de magnetismo de la materia (Blas Cabrera, en las dos décadas previas a la Guerra Civil Española, dirigió los principales centros de investigación en Física y Química de España y fue además director de la tesis doctoral de Duperier) y, segundo, por sus estudios de conductibilidad eléctrica del aire que había iniciado en el Servicio Meteorológico Nacional y de los que fue pionero en España.

En 1936, además de meteorólogo, Arturo Duperier era catedrático de la Universidad Central de Madrid, y de todo el personal del Servicio Meteorológico evacuado, fue el único que impartió clases en la Universitat de la ciudad de Valencia, aunque durante un periodo muy breve. A la Universitat de València se incorporaron 37 profesores de los cuales 24 eran catedráticos, entre ellos Arturo Duperier. La docencia durante el curso 1936-1937 fue suspendida y, en vista de que la guerra se alargaba, la Universitat fue reabierta a la docencia en el curso 1937-1938, aunque la situación distaba mucho de ser normal. Debido a la movilización de muchos de los estudiantes y a la presencia de profesores de otras universidades, había carreras en las que había más docentes que alumnos matriculados.

Lápida colocada en 1984 en la fachada del hotel Palace (hoy hotel Vincci Palace), en testimonio y homenaje de la importante actividad que se realizó en sus instalaciones durante la Guerra Civil Española.

En diciembre de 1936, desde Valencia, Arturo Duperier encargó a Josep Maria Vidal que recogiese y embalase todo el material del laboratorio de la Sección de Investigaciones Especiales y se trasladase a Valencia, y así lo hizo Vidal. Josep Maria Vidal cuenta que llegó a Valencia procedente de Madrid la noche del 15 de diciembre de 1936 y que, como estaba todo lleno, durmió en el suelo de una iglesia habilitada para acoger evacuados.

Arturo Duperier estuvo encargado de la Cátedra de Física de segundo durante el curso 1937-1938 pero, debido al traslado del Gobierno de la República a Barcelona al final del mes de octubre de 1937, y con él el traslado del Servicio Meteorológico en el mes de noviembre, cesó en la Universitat de València con fecha de 25 de diciembre de 1937, por trasladarse a Barcelona, “considerando por otra parte el interés de los trabajos de investigación científica que en el Observatorio Meteorológico del Servicio Meteorológico Nacional realiza” (texto contenido en el expediente de Arturo Duperier Vallesa que se conserva en el Arxiu Històric de la Universitat de València).

Durante el año de estancia en Valencia, la actividad investigadora de la Sección fue muy notable. El primer artículo publicado por Duperier en Valencia fue “Sobre la electricidad de la atmósfera”, se incluyó en el número 1 de la revista “Madrid: Cuadernos de la Casa de Cultura” y está fechado en enero de 1937. Este artículo posiblemente ha pasado desapercibido durante largo tiempo por muchos biógrafos de Duperier, porque sólo hemos encontrado una breve referencia en la biografía que escribieron González y Bru. La nómina de articulistas del número 1 de la revista “Madrid: cuadernos de la Casa de Cultura” es impresionante, Antonio Machado, León Felipe, Antonio Zozaya…y entre ellos, Arturo Duperier Vallesa.

Libro que contiene los números 1 y 2 de la revista “Madrid: cuadernos de la Casa de Cultura” que se conserva en la hemeroteca municipal de Valencia. En él hay dos artículos de meteorólogos del Servicio Meteorológico Nacional en su estancia en Valencia: Arturo Duperier Vallesa y Josep Maria Vidal Llenas.

En el número 2 de la revista “Madrid: Cuadernos de la Casa de Cultura”, también impreso en Valencia, entre artículos de Manuel Azaña, José Bergamín o José María Ots, se incluye un artículo de Arturo Duperier y Josep Maria Vidal, “La conductibilidad eléctrica del aire en Madrid”, fechado en marzo de 1937. Este artículo también fue publicado por el Servicio Meteorológico Nacional (Publicación A6) y en los Anales de Física y Química.

La tercera publicación de la Sección de Investigaciones Especiales en su estancia en Valencia la realizó Duperier en solitario, y está fechada en agosto de 1937, y ya contiene resultados de los experimentos que llevaba meses realizando en la terraza del edificio de La Nau de la Universitat de València. El título era “La radiación cósmica en Madrid y Valencia”. Fue la última publicación de la Sección de Investigaciones Especiales del Servicio Meteorológico Nacional en Valencia, la siguiente ya se editó en Barcelona, aunque estaba relacionada con los experimentos que habían realizado en el tejado del edificio de La Nau en los meses de marzo, abril y mayo de 1937 Arturo Duperier, Josep Maria Vidal y Germán Collado Álvarez, otro meteorólogo evacuado a Valencia. El título del artículo, que está fechado en febrero de 1938 y supuestamente impreso en Barcelona es “Las fluctuaciones simultáneas del potencial eléctrico, de la conductibilidad y de la carga espacial del aire” y contiene un plano del tejado del edificio de la Nau donde hacían los experimentos, con la situación de los puntos de medida. Decimos supuestamente, porque Josep Maria Vidal, en sus memorias, dice que realmente el artículo se imprimió en París, aunque con un falso pie que indicaba que lo fue en Barcelona.

Plano del tejado del edificio de La Nau donde la Sección de Investigaciones Especiales hacía medidas de conductividad eléctrica del aire. El plano está incluido en el artículo “Las fluctuaciones simultáneas del potencial eléctrico, de la conductibilidad y de la carga espacial del aire”. Está dibujado desde la zona del observatorio astronómico, recayente en la parte del edificio de la esquina que forman las calles Salvá (a la izquierda del dibujo) y Universidad. Muestra a la izquierda, etiquetada con la letra P, la torre del observatorio meteorológico (hoy desaparecido); en el centro y a la derecha, torre y campanario del Colegio del Patriarca San Juan de Ribera.

Al final del mes de octubre de 1937, el gobierno de la República se trasladó a Barcelona, y con él, a los pocos días, se trasladó el Servicio Meteorológico Nacional. Sin embargo, ya nada volvió a ser igual. El Servicio Meteorológico de Aviación Militar, creado en uno de los últimos actos administrativos del Gobierno de la República en Valencia el 26 de octubre de 1937, fue suplantando rápidamente las funciones del Servicio civil que desde el primer momento había sido leal al Gobierno. De esta forma, aunque permaneció en Barcelona hasta el final de la guerra, quedó relegado a un papel marginal con funciones que se limitaron casi exclusivamente a los estudios climáticos.

Aunque quede fuera de la intención inicial de este artículo, la honra a la memoria de estos dos grandes hombres, Duperier y Vidal, que en 1937 estuvieron en Valencia trabajando en el Servicio Meteorológico Nacional, obliga a dar una breve reseña de lo que les deparó la vida tras su marcha de Valencia.

 Tras sus misiones en Casinos y San Clemente, Josep Maria Vidal Llenas fue trasladado más cerca de su familia, a Reus, y en noviembre de 1937, a Barcelona, a la sede donde se había trasladado desde Valencia la Oficina Central del Servicio Meteorológico, en la Travessera de Dalt. Ascendió a meteorólogo en 1941, obteniendo destino en Barcelona. Luego, en 1944, fue Jefe de Meteorología de la Región Aérea en Zaragoza y, finalmente, entre 1945 y 1955, Jefe de la Sección de Aeronáutica de la Oficina Central Meteorológica en Madrid, cuando solicitó la excedencia voluntaria como Meteorólogo y se dedicó en exclusiva a la Cátedra en la Universidad de Barcelona (en 1948 obtuvo la cátedra de Mecánica Física y Termología de la universidad de Granada y en 1949 la de Termología en Barcelona) hasta su jubilación en 1983. Josep Maria Vidal falleció el 6 de mayo de 2019.

Por lo que respecta a Duperier, hay publicadas varias biografías suyas, algunas citadas en la bibliografía de este documento, y también hay numerosos artículos de prensa y documentales, (dos de ellos citados en la bibliografía), además de amplias reseñas en libros que relatan la vida de los científicos españoles en el exilio.

Después del traslado a Barcelona del Servicio Meteorológico, Duperier comprendió que allí no podía hacer nada para continuar sus investigaciones, por lo que comenzó a plantearse salir al extranjero (González de Posada & Bru Villaseca, 2006).  Arturo Duperier estaba muy bien relacionado con Juan Negrín, que por entonces era Presidente del Gobierno de la República. Además, el Ministro de Asuntos Exteriores, Julio Álvarez del Vayo y Olloqui, era muy conocido de la esposa de Duperier y, finalmente, Arturo Duperier fue nombrado encargado de negocios de la Embajada de España en Londres (Monferrer Catalán, 2007). Duperier, con su familia, salió de Barcelona el 30 de abril de 1938 y, vía París, llegó a Londres el 16 de mayo de ese año (González de Posada & Bru Villaseca, 2006). Ya no volvió a trabajar en meteorología y a partir de ahí se dedicó prácticamente a la investigación.

Al terminar la Guerra Civil, Arturo Duperier Vallesa, tras un expediente de depuración, fue desposeído de su Cátedra en la Universidad Central, y permaneció exiliado en el Reino Unido bajo la protección del Profesor Blackett (Premio Nobel de Física en 1948). Arturo Duperier fue inmediatamente agregado como investigador a la Universidad de Birmingham, donde continuó sus trabajos sobre radiación cósmica, y de ahí, más adelante, pasó al Royal College de Londres llegando también a ser Jefe del Gabinete y Observatorio de Rayos Cósmicos en el Instinto Imperial de Kensington.

En 1953 regresó a España, al ser readmitido como catedrático en la Universidad de Madrid. Regresó con el laboratorio donado por el Royal College de Londres para que continuase con sus experimentos en España. El laboratorio fue retenido en la aduana del Puerto de Bilbao durante 5 años (RTVE, 2013). Luego, en Madrid, el laboratorio nunca se llegó a instalar (Muñoz, 1984), sin que haya acuerdo de por qué ocurrió: pudo ser por problemas técnicos, por trámites burocráticos, por envidias de colegas suyos, o por el veto de un general, al tratarse Duperier de un exiliado retornado a España.

Arturo Duperier Vallesa falleció en febrero de 1959 sin conseguir que el laboratorio donado llegase a funcionar. Tras su muerte, el laboratorio fue devuelto a Londres. Su cátedra fue eliminada.

Nota: este artículo se actualizó en octubre de 2023

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