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#Meteocanción🎵🎶 13 de enero: Nieve (Ismael Serrano)

En esta canción, el cantautor Ismael Serrano narra una historia de amor y la enmarca en un ambiente bucólico empleando nada más y nada menos que hasta diez palabras relacionadas con el tiempo. La letra de la canción está muy elaborada y la música acompasa a la perfección. Además, Ismael le da ese tono tan característico que lo define.

¿Sabías que Ismael Serrano cursó cuatro años de la carrera de Ciencias Físicas? Quién sabe, quizás podría haber sido meteorólogo si no hubiera cuajado su trayectoria como músico.

Dos amantes pasean bajo la nieve en el parque turolense de los Fueros. Fuente: @metbeni

Dedicatoria: a Gonzalo, antiguo compañero de Aemet que hace unos meses pasó a mejor vida (se jubiló). En su celebración de despedida tuvo el gran detalle de regalar a cada uno de los invitados un disco con canciones del tiempo. Eso me inspiró para elaborar “La Música del Tiempo”.

Efemérides: tal día como hoy en 1656 cayó una gran nevada en Catellfort (Castellón) y en 1945 la nieve paralizó la ciudad de Alicante por última vez en el siglo XX.

 

Letra:

Aquel día fue el más frío del enero más amargo.
Quizá el invierno más largo que el amor ha conocido.
Ella fumando tirita, superviviente de aludes,
él escribiendo en la nube de su boca un todavía.

 

Él sale de algún garito, como perdido en la niebla,
ella busca primaveras mientras fuma un cigarrillo.
Y ahí, en mitad de la nada, en la intemperie se encuentran,
queda la calle desierta cuando cruzan la mirada.

 

Y nieva.
Sobre mi espalda cansada,
sobre mi casa atrapada en la bola de cristal
que la soledad agita cuando todo se termina,
cuando todo acaba mal.

 

Y nieva.
Nieva y nadie dice nada,
quedan solo las pisadas
de los que salen de escena.
Nieva y solo se sonríen,
se congelan los jazmines,
la escarcha trepa mis piernas.


Y nieva.

Buscando la piel calor, sin querer se han acercado.
Hace frio, alguien ha hablado, conversación de ascensor.
Tiene lo eterno un principio en el bigbang más pequeño.
Llena la nieve el silencio. Se asoman al precipicio
del pasado y sus fantasmas mientras la nieve los cubre
y faltan a la costumbre de ser prudentes y charlan,
sin pudor y sin blindajes, y la noche se derrumba.
La nieve no para nunca y se olvidan de los planes.

 

Y nieva.
Sobre mi espalda cansada,
sobre mi casa atrapada en la bola de cristal
que la soledad agita cuando todo se termina,
cuando todo acaba mal.

 

Y nieva.
Nieva y nadie dice nada,
quedan solo las pisadas
de los que salen de escena.
Nieva y solo se sonríen,
se congelan los jazmines,
la escarcha trepa mis piernas.


Y nieva.

Llega por fin el abrazo, ya casi no sienten frio,
quedan los dos ateridos, los cuerpos entrelazados.
Tienen miedo del futuro. Ninguno quiere moverse,
los planes siempre se tuercen y el amor es como humo.

Ya nadie se marchará, ya la nieve los oculta.
Es el miedo quien sepulta bajo la nieve un quizá.
Queda enterrada la vida y un invierno para siempre.
No hay verano que deshiele el recuerdo de esta herida.

 

Y nieva.
Sobre mi espalda cansada,
sobre mi casa atrapada en la bola de cristal
que la soledad agita cuando todo se termina,
cuando todo acaba mal.

 

Y nieva.
Nieva y nadie dice nada,
solo quedan las pisadas
de los que salen de escena.
Nieva y solo se sonríen,
se congelan los jazmines,
la escarcha trepa mis piernas
Y nieva.

Benito Fuentes López (@metbeni)

Delegación Territorial de Aemet en la Comunidad Valenciana

 

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